Gustavo Bassani, la revelación de Iosi, el espía arrepentido

El intérprete se enfrenta a un desafiante rol en la nueva serie de Amazon Prime Video.

Con una vasta carrera en el teatro y algunos papeles menores en televisión, el talentoso y lúcido Gustavo Bassani obtiene, tras un arduo casting, su primer protagónico en Iosi, el espía arrepentido, junto a Natalia Oreiro y elenco. Diario Hoy habló con él para conocer más detalles de su trabajo y expectativas sobre la serie que ya se ve en Amazon Prime Video.

—¿Cómo cambió tu percepción sobre el proyecto desde que llegó la propuesta a finalmente poner el cuerpo y ver alguno de los episodios terminados?

—Cuando me llega la propuesta/casting, y todo el proceso, leer el libro, trabajar en la serie con los compañeros y compañeras, directores, y filmarla fue una cosa, y cuando la vi terminada es espectacular, la serie tiene una calidad increíble, se va a estrenar en 240 países, me enorgullece ser parte y pone a la ficción argentina en un lugar muy alto.

—¿Qué creés que aporta esta nueva mirada a la reflexión sobre estos hechos tan dolorosos?

—Para mí lo que aporta, lo más significativo, es el hilo invisible que conecta los atentados con la venta de armas, porque siempre se habló de un atentado contra la comunidad judía, o por lo menos yo siempre escuchaba eso, pero este es un atentado contra la humanidad, contra una nación, y después si queres contra una comunidad, entonces me parece que lo que aporta es eso, ese hilo muy fino que va conectando todo durante un período de este país. Me parece que la gente, tal vez, se puede dar cuenta de lo serio de estos dos atentados que al día no tienen ningún procesado, están, pero no pasa nada, así que ya con generar preguntas, que sea una molestia, que incomode, que la gente piense qué pasa que sigue impune y que cada vez que se quiere esclarecer no se lo puede hacer.

—¿Cómo fue ponerse dentro de la piel del personaje?

—El primer abordaje que hice fue a la cultura y comunidad judía, al pueblo judío, porque al no ser judío había muchas cosas que no me eran familiares, entonces en principio leí la historia, desde los patriarcas hasta la fundación del Estado de Israel, después de las comidas, participar del Shabat, que se come espectacular, la pasé genial, participé de los rezos, aprendí un poco de hebreo. Tuve una coach de hebreo, porque el personaje termina hablándolo casi a la perfección y una vez que me metí en ese mundo me sumergí en el universo de los thrillers, porque estamos contando esta ficción desde un género, así que vi películas y series de esas características. Después pensar cómo sería la búsqueda de una persona, que está rota, manipula y es manipulable, el camino de descubrimiento, de redención, fue intenso pero divertido, y participar del proceso de descubrimiento de alguien es muy divertido.

—¿Qué trabajo hiciste con Natalia para construir la relación?

—Si bien todo pasa por Iosi, y todos los personajes también, con Claudia, que interpreta Natalia, todo el tiempo hay una charla, pero también hay una charla detrás de lo que se está diciendo, y Natalia tiene una forma de trabajar a la que adhiero. Somos muy parecidos, entonces leíamos los textos, después veíamos qué estábamos diciendo, ver cómo lo íbamos a decir, y después ve qué es lo que estábamos diciendo sin decir, y todo eso lleva un trabajo, y es muy divertido. A veces mi personaje la mira y ella se da cuenta de lo que hay detrás, es manipuladora, le saca la ficha a Iosi, entonces ese era el desafío de ver cómo contar eso que no se veía y lo trabajamos súper, porque ella es una compañera increíble.

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