ENTREVISTA

“Helado Infinito siempre nos abrió puertas que ni sabíamos que existían”

En diálogo con este multimedio, los integrantes del dueto musical, Loreta Neira Ocampo y Víctor Borgert, presentan sus proyectos recientes

Fundado entre la ciudad de La Plata y el viejo continente a mediados del 2016, Helado Infinito es un dueto pop que está integrado por los artistas Loreta Neira Campos y Víctor Borgert. La característica de los sonidos y las melodías de la propuesta tienen un sinfín de ritmos que oscilan entre el pop, el folk, la electrónica y la hip hop. Desde su conformación, este proyecto ha visitado más de 25 países y tienen dos discos titulados Canciones dispersas y El movimiento del terror. Además han lanzado un EP llamado Una sombra me alumbra. En el presente están promocionando Viento del sur, una canción reciente.

Durante una entrevista con este multimedio, el dueto se refirió a sus proyectos actuales y los que vendrán a la brevedad alrededor de todo el globo terráqueo. Es decir, lanzaron un single a modo de adelanto del próximo disco en el que trabajan pero también iniciarán una gira internacional donde visitarán varios países con su música como bandera.

—¿Qué obra están presentando? ¿Cuál es el concepto o la génesis?

—Víctor Borgert: Estamos presentando Viento del sur, nuestro primer single en más de un año. Nos emociona especialmente porque sentimos que consolida el rumbo que venimos desarrollando en los últimos dos años y el sonido que buscamos para nuestro tercer disco. Muchas veces se necesita tiempo para que lo que se vive se refleje en la música que hacemos y creemos que esta nueva canción es fruto de todo lo que fuimos absorbiendo los últimos años, tocando en vivo, viajando y también frenando un poco.

—Desde su formación, Helado Infinito estuvo por todos los destinos posibles. ¿Cómo es recepcionado su arte en el exterior?

—Loreta Neira Campos: La verdad, sorprendentemente bien. Hemos tenido la oportunidad de girar mucho y de tocar en muchos lugares y contextos diferentes, y la gran mayoría de las veces hemos tenido una respuesta hermosa. La gente puede no hablar nuestro idioma, pero la música hace lo suyo y la gente baila, la pasa bien, se imagina lo que dicen las canciones. Hemos tenido hermosas experiencias en México, en Eslovaquia, en Ucrania, en República Checa… También nuestro primer disco fue editado en Japón, lo que fue una sorpresa muy bonita. Todavía no vamos allá, pero están las ganas. Han sido varios los lugares que nos han abierto las puertas con mucho cariño hacia lo que hacemos. Aprendemos mucho de nosotros y del mundo cuando salimos a tocar, por eso nos encanta hacerlo.

—¿Por qué decidieron dejar la Argentina para probar suerte en espacios turísticos tan importantes y diferentes entre sí?

—VB: No es nada personal. Abandonamos por un rato todos los lugares, y ninguno a la vez. La decisión de irnos de Argentina tuvo más que ver con una búsqueda personal previa al desarrollo de Helado Infinito. Con Lore ya estábamos juntos hace un año, ella había decidido irse a México para abrirse a nuevas posibilidades y justo, esas cosas mágicas de la vida, yo me tuve que ir a tocar con Tototomás al Vive Latino México. Luego de tocar me quedé en CDMX con Lore y así empezamos a viajar juntos y al mismo tiempo a grabar canciones. Lentamente, y con mucha timidez, empezamos a tocar en vivo, primero en formato acústico y luego fuimos desarrollando nuestro set con más chiches. Ese primer viaje a México, seguido de un primer paso por Europa tocando, consolidó el proyecto como nuestra vida. Desde ese momento hemos estado viviendo en diferentes lugares por temporadas: vivimos en México casi dos años, en Eslovaquia y varias partes de Europa por casi dos años, vivimos en Chile casi tres años entre idas y vueltas, con varias visitas a la Argentina entre medio. Helado Infinito siempre nos abrió puertas que ni sabíamos que existían, y por eso es tan importante para nosotros seguir alimentando nuestra curiosidad y las ganas de explorar, de chocarnos con nuestras limitaciones e incomodarnos constantemente en pos de seguir creciendo.

—¿Cuáles son las sonoridades de la producción que están promocionando? ¿Por qué es tan especial este single?

—VB: En esta canción en particular quisimos explorar especialmente el uso de las texturas que nos da el espacio. Cuando uno graba en espacios caseros, sin ningún tipo de acondicionamiento acústico, nunca se consiguen grabaciones limpias y se suele tratar de evitar que se escuche el mundo exterior lo más posible. En este caso, nosotros abrazamos el sonido de nuestro departamento, su “silencio” inexistente”, para dar ambiente y textura a todos los elementos de la canción. También nos enfocamos mucho en no sobre-producir, dejar que la canción brille por sí misma. Estuvimos escuchando mucho al productor alemán Stimming y a la productora argentina Lvpe. Ambos nos gustan mucho y fueron referencias fuertes para Viento del sur.

—¿De qué van las letras? ¿Cuáles son los mensajes impresos allí?

—LNC: Parte importante de la esencia de Helado Infinito es el viaje, el movimiento, así que nuestras canciones hablan bastante de eso. El paso del tiempo, los encuentros, las distancias, el camino y los aprendizajes que trae, las ganas de vivir como queremos, todo eso se ve reflejado en las letras de nuestros dos discos. Viento del sur en particular habla de abrirse, de salir y encontrar luces en todo lo que llega. Después de la pandemia nos acostumbramos a estar más adentro, y nos parece importante salir y refrescarse con otros aires, experiencias, seres. Así la perspectiva se abre y el adentro se nutre.

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