entrevista

Iván Kapitanov: “En el medio del rodaje me largué a llorar”

El productor y director de origen ruso estuvo en el país filmando su nueva película de género protagonizada por Felipe Otaño.

El ruso Iván Kapitanov estuvo en el país rodando su película Tulpa, protagonizada por Felipe Otaño y Catalina Bender. Cuenta cómo una chica solitaria se obsesiona con un joven y que al no tener su amor crea una copia de él para estar cerca. Hablamos con Kapitanov para poder conocer más detalles de su trabajo en el país.

—¿Qué es esta locura de venir a la Argentina a filmar una película?

—Desde mi primera vez que vine a Argentina tuve muchas ganas de hacer una película acá. Me gustó mucho la ciudad, la gente, la cultura y pensé que estaría muy bueno hacer la película en español. No es lo mismo hacer una película de terror en Rusia, en Estados Unidos, Australia y aquí tenía cosas que me inspiraban. Además, las películas que produje en Rusia de terror fueron distribuidas en muchos países, incluyendo en América Latina y Argentina. Planeé mostrarla en varios países, grabar en diferentes lugares y cuando vine acá cancelé todo y decidí hacerla acá. Tal vez vuelva pronto a hacer otra.

—¿Cómo fue dirigir sin saber el idioma y no poder transmitir directamente las ideas que necesitabas al equipo y los actores?

—Hoy entiendo que fue una tarea muy ambiciosa, pero siempre me guio por las ideas más locas. Mi idea no es caminar por caminos ya hechos, sino en las ideas más locas, las cosas más raras de hacerlas. Porque en primer lugar soy productor, guionista y después director. En las películas que produzco está el autor del guion, pero resultó que el director que se planeaba al principio para hacer esta película, y ya estaba todo listo como para arrancar, no quiso venir a último momento. Y como me sentía cómodo, enganché e hice contacto con toda la gente, el camino correcto era que yo mismo la hiciera. Fue muy lindo, pero en el medio del rodaje, cuando entendí que la mayor parte de la película estaba lista, me largué a llorar y el grupo estuvo diez minutos tratando de calmarme. Sentí que la mayor parte del camino ya estaba atravesada y pude exhalar, pensando: bueno listo, pude llegar hasta acá. Yo era el que tiraba a todos para adelante, porque hasta ese momento contagiaba energía y les decía lo bueno que iba a estar todo.

—¿No te dio miedo mostrarte vulnerable frente al equipo?

—No, soy muy sincero y determinado, y me parecía que estaba bien mostrarlo. Por ahí hay otras personas que tratan de ocultar determinadas cosas, pero yo me muestro como soy.

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