Jaf: “Hice bien las cosas, llegué a tocar con Joe Cocker y Eric Clapton”

El músico se presentará en La Plata y habló sobre su carrera artística, su paso por el heavy metal y el eterno recuerdo de Pappo Napolitano

Varias generaciones tararearon su versión en español de Wonderful tonight, originalmente de Eric Clapton, como también bailaron lentos mientras él entonaba Tal vez mañana brille el sol. A comienzos de los 90, Juan Antonio Ferreyra o Jaf, como él mismo se bautizó,  fue reconocido porque consiguió una exquisita metamorforsis: de músico heavy metal a referente popular de la balada romántica. 

El pelilargo de voz ronca, elegido por Pappo para sumarse a la mítica banda Riff, continúa en los escenarios con una suerte de revisión musical de aquellos años del rock que marcaron su posterior carrera como solista. Al respecto, dijo: “Es maravilloso seguir sobre los escenarios, sobre todo teniendo en cuenta que soy un artista sin mánager ni representante ni nada que tenga que ver con la industria”.

Maravillosa, esta música

—¿Cuál es tu mirada sobre el camino recorrido?

—Llevo 42 años de carrera. Trabajé para una empresa discográfica durante los diez meses que estuve con Riff, luego como solista renové el contrato por siete años más. En ese momento había personas que me exponían en demasía, entonces tomé la decisión de desvincularme de la compañía y, hasta el día de hoy, sigo así. Tan mal no hice las cosas, toqué con Eric Clapton y Joe Cocker. Tuve la oportunidad de conocerlos, aprendí sus técnicas y tratos con los fanáticos, con la gente que te sigue a todos lados. Esas cosas se aprenden con el correr del tiempo. Cada vez que me piden una foto, yo lo agradezco porque es un reconocimiento y una confianza que genero con el otro. Elijo el amor que me brinda la gente y siento que mi predisposición tiene que ser la mejor.

—¿Cómo fue abandonar el heavy metal para dedicarte a otros géneros?

—Con Riff grabé un disco maravilloso que hasta hoy, luego de 30 años, sigue dando que hablar. Fue una formación musical innovadora para la época, pero en lo social, la cosa era muy dura. A veces tocábamos en un lugar y no nos volvían a contratar más por los problemas que se armaban, había que pagar todo lo que se había roto e ir a ver a los pibes al hospital. Eso me hartó, veía que las puertas se me cerraban y yo las quería mantener abiertas. Por eso me fui de la banda.

—Conociste a Pappo, ¿qué anécdota podés contarnos sobre su amistad?

—Vino a verme a un show y al día siguiente me llamó para que me uniera al grupo. Terminamos de tocar y dijo que me llevaba a casa, desde Belgrano hasta Villa del Parque. Andábamos sin casco, por supuesto. Cuando me subí y la moto se despegó del piso, pensé que nos matábamos. Después paró en un semáforo, me bajé y le grité hijo de p..., nos vamos a matar. Sentía que se me salía el corazón por la boca. Él me respondió dale, subite que te llevo, mientras yo iba caminando como loco, llorando, bajando la adrenalina. Así lo recuerdo. 

—Sos un asiduo concurrente a la ciudad de las diagonales, ¿te sentís cómodo en La Plata?

—Me encanta, es un lugar que aprecio muchísimo. En 1991 me presenté en el Coliseo Podestá y, desde esa oportunidad, una vez al año suelo tocar por allá. Este sábado vuelvo a ir. Mis shows en la ciudad son una reunión para pasar un momento agradable y familiar.

Cita obligada

Jaf se presentará el sábado 17 de septiembre, a las 22, en Crisoles Centro de Arte, sito en calle 1 entre 41 y 42.