entrevista exclusiva
Jon Landau: “Avatar realmente es como una familia”
El exitoso productor vuelve al universo creado por James Cameron 13 años después y se embarca en la aventura de impulsar cinco nuevas películas.
Han pasado más de 10 años desde que James Cameron revolucionó el cine con su película Avatar, y casi 30 desde que Jon Landau comenzó a trabajar con él como productor de sus películas. Por el estreno de Avatar 2, el camino del agua, que este jueves llega a los cines de la Argentina, dialogamos en exclusiva con Landau, para conocer sobre sus primeros pasos en el cine y sus preferencias a la hora de ser espectador.
Avatar, la primera entrega, tuvo su estreno en 2009 y revolucionó la industria audiovisual por su utilización de la tecnología y la reinvención de lo que hoy conocemos como 3D. En ese entonces se hablaba de una secuela a estrenarse allá a lo lejos en el 2022. Finalmente, ese día llegó con mucha expectativa para los cientos de millones de fans de todo el mundo que querían ver cómo continuaba todo en Pandora, ese universo en el que la vida, la muerte, la naturaleza y los sueños confluían para reorganizar, narrativamente, ciertos aspectos a tener en cuenta y que preocupaban, y siguen preocupando, a Cameron.
Avatar 2, el camino del agua competirá en la próxima entrega de los vapuleados Globo de Oro en las categorías de mejor película dramática y mejor dirección, premios que en 2010 obtuvo en el mismo rubro.
—Antes de hablar de la película, me gustaría saber, ¿cuándo supiste que querías ser productor y dedicarte a la industria del entretenimiento?
—Esas son dos preguntas distintas, porque a mis 17 o 18 años creía que iba a ser un atleta profesional, realmente quería ser eso, practicaba muchos deportes, pero también sabía que me encantaba otra cosa, ir al cine. Entonces decidí que iba a estudiar cine en la universidad, y fui sin saber en qué área de la industria iba a quedar, sí supe rápidamente que no iba a poder dedicarme a la fotografía porque es demasiado técnico, y disfrutaba realmente cosas como editar, o el diseño, entre otras cosas, y después empecé a trabajar en la industria, mucho antes que empezar a producir.
—¿Admirabas a alguien ese momento?
—Una de mis películas favoritas era El golpe (The sting), con Paul Newman y Robert Redford, dirigida por George Roy Hill, y recuerdo reírme, llorar, sorprenderme por el giro del final, y pensé qué gran escape era para mí esa película.
—¿Creés que esa película te guio en la carrera?
—Creo que para encontrar películas que me guiaron fueron más Mary Poppins, me encanta, esa sensación de fantasía, de poder crear otros mundos, como cuando Dick Van Dyke dibuja y las cosas cobran vida, o películas como Apocalypse now, película que impactó a la audiencia, y que fue la primera que vi en cines con Dolby Sound, el sonido era parte real de la película, y desde ese momento supe que el sonido iba a ser muy importante en mis películas.
Te puedo nombrar otra, La fuerza del cariño, porque las películas entablan así conexiones emocionales, y esta película siempre lo hace conmigo.
—¿Cómo conociste a James Cameron? ¿Qué podés contarnos de su vínculo?
—Lo conocí cuando yo era ejecutivo en 20 Century Fox, él estaba haciendo Mentiras verdaderas, y a partir de ahí coincidimos en que siempre teníamos que hacer las mejores películas que podemos. Siempre él tiene el control final, pero me da mucha voz, y cuando decidí irme de los estudios, hubo tres realizadores que querían que trabaje con ellos, pero opté por Cameron para hacer Titanic, y desde ese momento formamos esta sociedad, que él dijo recientemente que es como un matrimonio, repartiendo responsabilidades, con objetivos, principalmente criar a hijos de los que tenés que estar orgullosos, y ya tenemos varios.
—Tienen que estar muy orgullosos de sus “hijos”...
—Nunca tenés los suficientes para estarlo, pero en realidad es distinto, porque yo puedo hablarte de mis hijos reales, son dos, y lo que me pone muy orgulloso es que ellos, cuando están en Los Ángeles, al menos visitan una vez por semana a mi mamá, que tiene 96 años, y juegan cartas con ella. De eso estoy orgulloso.
—¿Cómo fue volver al universo de Avatar?
—Nunca nos fuimos, cuando terminamos la primera, ya hablábamos de cómo continuar, y cuando tuvimos que reunirnos para producir estas nuevas entregas, fue como reunir a la familia. Cuando tuvimos a Sam Worthington, Zoe Saldana, Sigourney Weaver, Stephen Lang, y C.C.H. Pounder, de nuevo, fue como una reunión familiar, y te hace sentir que por más que hayamos estado cada uno en la suya, al vernos de nuevo, realmente es como una familia.
—Sin revelar demasiado, ¿qué veremos en esta nueva entrega?
—Lo que van a ver es algo que no vieron en la pantalla grande anteriormente, jamás, algo que se verá solo en cines, que hará a las audiencias experimentar Pandora, iremos a los océanos, y se sorprenderán cómo podremos tocar las cuerdas emocionales de sus corazones.
—Participaste de algunas proyecciones previas al estreno, ¿cómo fueron?
—Hicimos algunas proyecciones pequeñas, y me he sentido muy conmovido por cómo la reciben, con las emociones que sabíamos que iban a suceder, y nos dicen cómo tan pronto llegamos a ellas, y no solo emocionalmente, sino también temáticamente, porque Avatar es una película sobre algo, es sobre buscar en nuestro mundo de una manera diferente, aceptando, justamente, a aquellos que son diferentes, y además es una película para ver en la pantalla grande; si tuvieras que elegir una sola, sin dudas Avatar 2, el camino del agua sería la que tendrías que elegir.
—¿Qué película fue más difícil de producir, Titanic o la saga de Avatar?
—¿Qué hijo es más difícil de acompañar en su crecimiento? (Risas) Lo que pasa cuando crías hijos es que el hijo que ya se fue de casa ya no es el más difícil de acompañar, entonces, y solo porque seguimos trabajando con Avatar, que es la más difícil, pero solo por eso.