La historia de Adam Walsh: un aberrante crimen que abrió una lucha por la Justicia

El asesinato del niño estadounidense, que había sido secuestrado en el interior de un centro comercial de Hollywood, originó un programa que todavía sigue vigente.

A mediados de julio de 1981, la familia Walsh, constituida por el matrimonio de Revé y John más su hijo llamado Adam, fue a un shopping en Miami en búsqueda de unas lámparas para el hogar. La mamá entró a un negocio mientras que el niño se quedó mirando cómo unos adolescentes jugaban a unos videojuegos. El tiempo transcurrió, mientras cada uno hacía sus actividades, y después los adultos fueron al encuentro del menor.

La desesperación se hizo presente, ya que comenzaron a buscar a Adam, pero este no aparecía por ningún lado. Un policía había advertido que los chicos que estaban jugando eran revoltosos, razón por la cual los echó del establecimiento. Incluyó a Adam, y al salir el niño quedó solo. Allí habría sido secuestrado por un criminal.

Luego tuvo lugar un operativo cerrojo, pero a pesar de las búsquedas, Adam no pudo ser encontrado. Otras familias en la misma situación se anexaron a la investigación, pero los resultados no eran los esperados. Además la Policía local no apelaba a la ayuda del FBI.

A los diez días, la cabeza del niño apareció a diez kilómetros del centro comercial. Presentaba signos de asfixia. El resto del cuerpo no pudo ser hallado.

Por aquel entonces, la pareja estaba abocada a la construcción de un hotel y es por ello que se radicaron en Florida. En esos tiempos, la desgracia llegó y empañó la vida de todos.

Lleno de tristeza, el matrimonio llevó a juicio a la empresa responsable del shopping por la falta de seguridad. No obstante, los dueños del lugar demostraron ante la Corte que la familia había dejado a su hijo sin supervisión por dos horas. También atestigüó Jim Campbell, el padrino de Adam, quien afirmó ser amante de Revé y declaró que consumían drogas y compartían orgías a menudo. Así, el caso, además de conmocionar a la opinión pública, comenzó a sumar adeptos en la prensa sensacionalista.

A los 35 años, John Walsh comenzó a estudiar Abogacía para ayudar a otros padres y familias en la misma situación. Presentó un proyecto legislativo que fue aprobado y permitió la formación del Centro de Niños

Desaparecidos y Explotados.

Se estrenó entonces la película Adam, que narra la historia, y fue vista por más de 40 millones de personas. Mostraron en la cinta las fotografías de 50 niños desaparecidos. Trece fueron luego encontrados.

Sin pausa, también dieron cuenta de la Ley de Protección y Seguridad Infantil Adam Walsh, que propone la creación de una base de datos con el registro de delincuentes sexuales y pedófilos, más la apertura de un banco de ADN. El hombre decidió incluso conducir el programa Los más buscados de América, que visibilizaba a los delincuentes prófugos. Con gran éxito, se emitió por 23 años y gracias a la labor lograron capturar a más de 1.186 fugitivos.

La familia hoy en día

De alguna manera los Walsh lograron continuar tras la difícil situación atravesada. Nunca bajaron los brazos, a pesar de que recibieron duras críticas.

La familia se agrandó con Meghan, Callahan y Hayden.

Siempre en movimiento, tras el nacimiento de Meghan, una nueva noticia llegó a este clan. Pudieron escuchar el testimonio de un presidiario llamado Ottis Tooles, quien se adjudicaba el asesinato de Adam.

Por ese entonces el reo cumplía la condena por otros crímenes, y aseguró que había sido él quien secuestró al menor desde el estacionamiento del shopping, y que lo había ahorcado para luego decapitarlo.

Tooles comentó que se había llevado el cuerpo en su vehículo para incinerarlo en el patio de su casa. La Policía perdió las pruebas, por lo que estos dichos no pudieron ser confirmados.

El único indicio que apoyaba esta hipótesis fue la declaración de la sobrina del criminal, quien manifestó que su tío confesó el crimen nuevamente en el lecho de muerte.

En la actualidad, la pareja continúa trabajando en pos de los niños: tienen una sólida carrera en la filantropía y forjaron una fortuna de veinte millones de dólares.

El programa se sigue emitiendo y sus tres hijos colaboran en la producción. Ahora, la vida, parece haberles dado una tregua.

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