La tercera orilla: un drama argentino con temática universal

Luego de ser aclamada en el Festival de Cine de Berlín, la directora Celina Murga habló con Hoy sobre esa experiencia, la situación del cine nacional y hasta del reconocido Martin Scorsese, que produjo su película

Celina Murga se inserta dentro de ese núcleo de jóvenes directores argentinos que, pese a su corta trayectoria, ya ha logrado cosechar premios y reconocimiento internacional con historias universales como Ana y los otros (2003) o Una semana solos (2007). En ese tren, su rodaje más reciente, La tercera orilla, fue aclamado en el Festival Internacional de Cine de Berlín y contó con la producción ejecutiva del director de El lobo de Wall Street, Martin Scorsese, sobre el que Murga se extenderá en elogios más adelante. 

En La tercera orilla, que el próximo jueves se estrena en el país, Murga expone la historia de Nicolás (Alián Devetac, en su debut actoral), un joven de 17 años que vive con su madre y sus hermanos en una pequeña ciudad de Entre Ríos. En tanto que su padre, Jorge (Daniel Veronese, en su primer papel cinematográfico), es un respetado médico del lugar, con una doble vida y que ha decidido que Nicolás sea su sucesor, tanto en la medicina como en sus negocios en el campo. En ese sentido, es interesante el personaje de Devetac, que se siente presionado entre la manifestación de sus propios deseos y los de su padre, en una relación de imán y limadura próxima a estallar. 

“Me interesaba hablar de cierta estructura social que se da en algunos pueblos y de la tensión que puede existir entre esa sociedad y la búsqueda individual que, en este caso, está representada por el personaje del joven”, explica la directora en diálogo exclusivo con Hoy.

Sobre Devetac -un músico paraneanse en el que Murga advirtió cierto potencial actoral-, que en el filme casi no tiene líneas de diálogo, la cineasta explica: “Era un personaje difícil porque se desarrolla a través de las miradas, no tiene mucho texto y había que encontrar a alguien que pudiera transmitir emociones de esa manera. Como muchas veces sucede, él llegó al casting acompañando a un amigo, sin intención de participar, pero al verlo sentado fue como una revelación; me pareció que tenía una mirada, una intensidad y un atractivo impactantes”. En tanto, sobre la elección de Veronese, destaca su raigambre teatral, porque “nunca había actuado en cine y para él también fue como un aprendizaje y una entrega. Fue muy grato”.

Bajo el padrinazgo de Scorsese 

La línea narrativa de La tercera orilla, desarrollada en una pequeña ciudad de una provincia argentina, no le impidió a Murga conquistar escenarios del mundo como el 64º Festival Internacional de Cine de Berlín, donde compitió por el Oso de Oro y fue muy bien recibida. “Más allá de que transcurre en Argentina, los conflictos son absolutamente entendibles; hablo de la condición humana desde un lugar reconocible”, explica a este diario la cineasta que el próximo sábado 15 impartirá una Clase Magistral junto al consagrado director iraní Abbas Kiarostami en el Festival Internacional de Cine de Cartgena, Colombia.

Cierto es que, además de su trayectoria, en la actualidad también la ampara la enorme figura de Scorsese, a quién conoció en 2009 tras obtener una beca de Rolex Mentor and Protégé Arts Initiative, lo que le permitió entablar un vínculo de maestro y discípulo con el oscarizado realizador.

En ese entonces, ella estaba abocada al guión de la película que estrenará el jueves, mientras que Scorsese rodaba La isla siniestra (un thriller que protagonizó Leonardo DiCaprio). Según recuerda, “cada vez que nos veíamos charlábamos sobre mi historia. Cuando terminé la beca, me ofreció ser productor ejecutivo de la película, algo que ayudó a completar la financiación”. 

“Sé que es alguien con quien voy a poder contar siempre”, asegura, sorprendida por la generosidad de un hombre que, “si bien ocupa un lugar de poder dentro de la industria, no se olvida de los que estamos empezando. Tiene un gran amor por el cine y lo entiende, no sólo como un negocio, sino como una herramienta cultural muy importante”.