Lía Crucet, la reina de la bailanta, llega a La Plata

En diálogo con este medio, la voluptuosa cantante tropical recordó sus primeros pasos como vedette, aunque destacó su trayectoria en la música. “Me gusta cuando voy a los bailes y estoy cara a cara con la gente”, dijo

Alentada por su familia, Lía Crucet  inició su carrera artística como vedette en el Teatro Maipo. Por ese entonces, participó en obras teatrales junto a humoristas entrañables como Alberto Olmedo, Jorge Corona, José Marrone, Nito Artaza y Jorge Porcel, entre otros. 

Para finales de los 80, la escultural mujer   era una figura consolidada sobre las tablas, el cine y la televisión. Sin embargo, abandonó la actuación e incursionó en el mundo de la música como cantante tropical. El debut fue exitoso y, hasta la actualidad, la rubia tiene en su haber más de catorce álbumes editados  e innumerables giras realizadas. 

Durante una charla con diario Hoy, la exuberante intérprete habló de su trayectoria artística. También se refirió al show que brindará en La Plata el 19 de noviembre, a la medianoche, en calle 49 entre 6 y 7.

—Iniciaste una carrera exitosa como primera vedette, pero abandonaste las plumas para dedicarte de lleno a la música, ¿qué recordás de esos tiempos?

—Trabajé con todos los humoristas, y salvo Miguel Ángel Cherutti, Nito Artaza y Jorge Corona, los demás se han ido de gira eterna. En esos tiempos se respetaban las rutinas laborales, había que llegar a horario al teatro, se ensayaba y, si no cumplías con tus obligaciones, recibías amonestaciones. Hacíamos tres funciones por día, así que casi no teníamos días libres. Con respecto a la música, sucedió que Dios lo quiso así, me fue muy bien y espero seguir viviendo de esto. El teatro me gusta, pero me siento en una cajita de cristal. Me gusta cuando voy a los bailes y estoy cara a cara con la gente.

—¿Cómo surgió el apodo “La Tetamanti”?

—Se le ocurrió a Jorge Corona cuando trabajábamos en una obra. Me sorprendió, aunque luego me quitaron el apodo y triunfé más como Lía Crucet, es decir con mi nombre propio. 

—Durante tu carrera hiciste teatro, cine y televisión, ¿cómo fueron esas experiencias?

—Era todo más lento, recuerdo que dedicaba horas y horas a cada producción, llegué a estar en varias películas y en el programa Jacinta Pichimahuida. Ahora se graba rápido, todo se hace a las corridas. 

—Desde hace 30 años Tony Salatino, tu esposo, es tu representante, ¿cómo se sienten trabajando juntos?

—Hace muchos años que se hace cargo de mi carrera. Como mánager me aconseja cuando doy notas o me indica si conviene no hablar de más, me cuida por sobre todas las cosas.

—Semanas atrás, Ezequiel, tu hijo menor, fue demorado tras un procedimiento en Costa Salguero, ¿cómo viviste este incidente?

—Estuvimos con mucha depresión, mal ánimo, desesperados, pero gracias a Dios ya está todo encaminado. Ezequiel es inocente, no tiene nada que ver y fue algún hijo de p... que metió cosas que no tenían que ser.

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