ENTREVISTA
Mariano Condoluci: “No hay mayor placer que trabajar con algo propio”
Dueño de un talento y un carisma únicos, el actor brilla en dos obras actualmente en la cartelera porteña.
Tras haber participado en una cantidad increíble de puestas musicales, como Marco Polo, Sunset Boulevard y Cabaret, Mariano Condoluci hoy lidera el elenco de La desgracia, que todos los viernes a las 19.30 se presenta en el teatro Paseo La Plaza (Corrientes, 1660, CABA), además de integrar Shrek, el musical en el Teatro Maipo (Esmeralda 443, CABA) todos los días a las 16. Para saber más de los proyectos y el momento que vive, diario Hoy dialogó en exclusiva con él.
—¿Cuándo supiste que querías dedicarte al entretenimiento?
—Decidirme a los 19, pero a los 13 comencé a estudiar canto. Gustarme, de toda la vida, pero decidirme y entender que no era un hobby, a los 19, después del secundario y de estudiar un año otra cosa.
—¿Qué estudiaste?
—Marketing en la UADE, ingresé en la Fundación Julio Bocca, Ricky Pashkus me otorgó una beca.
—¿Cómo fue ese período?
—Me vino bien pasar ese tiempo en la facultad, pero evidentemente no era por ahí. Aun estudiando mucho (a mí me va bien cuando estudio mucho), me había dejado de ir bien. Y cuando empecé en la Fundación me di cuenta de que tenía dos pies izquierdos, no podía decir un texto y tampoco cantaba bien, así que entendí que me tenía que meter de lleno y ahí dejé Marketing.
—¿Tenías algún referente o película favorita por esa época en la que te diste cuenta de tu vocación?
—La película Esperando la carroza, la veía en VHS siempre. En mi casa siempre se escuchaba música. Mi hermano, que me lleva 10 años, heredó la pasión de mi padre por la guitarra, y yo la de mi madre por el canto. En mi casa no fue un problema que dejara Marketing, pero tal vez me vieron más pasta para dedicarme a algo empresarial más que al arte.
—¿Cómo fueron los primeros pasos en la profesión?
—Al salir de la Fundación, en realidad en el tercer año, comencé a participar en varios espectáculos. Lo primero que hice fue en Buenos Aires players, con muñecos en inglés, por la mañana y para chicos. Ahí me fogueé, pero en realidad mi primera experiencia tuvo lugar en un resto-bar a mis 18. Después seguí estudiando.
—En La desgracia todos son protagonistas…
—No podríamos haberla concebido de otra manera por cómo somos, es un equipo talentoso y con buena energía, y la obra, en sí misma, es muy generosa, porque todos podemos lucirnos desde nuestros papeles, y así lo concebimos, como una obra grande, con 14 intérpretes y siete músicos y todos nos divertimos mucho.
—Mencionaste Esperando la carroza, y de alguna manera tu personaje de La desgracia reúne a todas las mujeres de esa película…
—Sí, es verdad.
—¿Qué te pasa cada vez que te subís a hacerla y ves la reacción de la gente?
—No dejo de sorprenderme, y ahora, en el Paseo La Plaza, es una experiencia distinta a la que se daba en el Galpón de Guevara, y también creo que la obra salió en un momento justo. Es un material nuestro, y no hay mayor placer que trabajar con algo propio.