entrevista
Martina Gusmán: “Me pareció que era una temática importante para poder acompañar”
La talentosa intérprete brilla en una película que reflexiona sobre el paso del tiempo y las exigencias hacia las mujeres.
Llega a las salas Romina Smile, nueva película de Pablo Stigliani, protagonizada de manera magistral por Martina Gusmán. Con ella hablamos para conocer detalles de su llegada al proyecto, su interés en él y sus vivencias personales sobre las exigencias de una industria que quiere a mujeres jóvenes en la pantalla.
—¿Qué fue lo que te atrajo del proyecto?
—Lo que más me atrajo del proyecto fue la propuesta, concretamente, de Pablo. Me mandó el guion, tuvimos una charla entre nosotros. Y me pareció que era una temática superimportante para poder acompañar todo lo que tiene que ver con la objetivación del cuerpo de la mujer. Cuando el cuerpo de la mujer de alguna forma se transforma en un objeto y es como tanto la llave de ingreso al sistema a una edad o en un determinado momento, como la expulsión en otro momento de su vida.
—Hay algo interesante de la propuesta que es esta mirada que él tiene sobre el cuerpo de la mujer, sobre Romina, justamente siendo el hombre, ¿también es algo eso que te interesó?
—Sí, totalmente. Incluso, te voy a ser 100% sincera, esto a Pablo se lo dije, o sea, apenas me llegó el guion y cuando vi que iba a ser como un director hombre, mi primera sensación fue como de: uy, no sé, me voy a entrevistar como para ver qué onda. Pero también tenía como el preconcepto o el prejuicio de alguna manera de: ¿Cómo va a ser abarcado esto? ¿Va a ser cuidado? ¿No va a ser cuidado? ¿Va a poder tener realmente una representación femenina? En ese sentido estoy supercontenta. Siento que sí, que en ese sentido Pablo tiene una sensibilidad muy interesante, muy particular, desde el mundo de la mujer. Creo que está como muy bien retratado.
—¿Cómo fue la construcción del personaje? Porque tiene, más allá de todas sus contradicciones, mucha verdad.
—Tiene algo de lo contemplativo, la peli, como un tempo dramático que también charlamos mucho con Pablo en ese sentido, y creo que va acompañado por la fotografía, por la dirección, por todo en general. Me parece que tiene algo como de un desafío muy grande también, es que todo el tiempo está acompañando el punto de vista del personaje de Romina, y esto también era un desafío en sí mismo. Todo lo que se cuenta y se muestra, y todo lo que de alguna forma no se muestra explícitamente, pero vamos construyendo con esta mirada del personaje, con estos silencios, con este decantar de todo lo que le va pasando. Que es un momento concreto de su vida, y al mismo tiempo que es un antes y un después en su vida, en ese sentido.