Miguel Mateos y Zas, un emblema rockero de los 80

A aquel histórico grupo, liderado por el carismático Mateos, le bastó un par de éxitos para ser inmensamente popular y quedar en la historia del llamado rock nacional. Diario Hoy recuerda a una banda insignia de esa época.

El músico, cantante y guitarrista Miguel Mateos nació en Buenos Aires en 1954, y más temprano que tarde ya estaba metido en el rock and roll. Ocurre que en 1969, con solo 15 años, ya estaba participando de uno de los primeros festivales del rock argentino, el Festival Pinap. Desde niño, estudió piano con su madre, Lidia Sorrentino, quien era docente de música. Ya a los 12 años formó su primer grupo de rock, llamado Cristal.

En 1973, Miguel Mateos ingresa en el Conservatorio Municipal Manuel de Falla y se especializa en guitarra, piano, canto y composición. Y fue en 1979 que formó la banda Zas, luego llamada Miguel Mateos/Zas, con la que pasaría al estrellato. De hecho, su primer gran hito como banda les llegó sin siquiera haber debutado discográficamente. Porque los días 28 de febrero 1° y 8 de marzo de 1981 la banda Miguel Mate­os/Zas fueron teloneros de los históricos recitales que dio Queen en el estadio de Vélez Sarsfield. A pesar de que era un grupo desconocido, recibió algunos reconocimientos. Fue el productor Fabián Ross, que poseía material grabado de Zas, quien se contactó con Alfredo Capalbo, productor de Queen, para que ellos hicieran de teloneros. “En esa ocasión perdí el miedo a la gente. Siempre había tocado ante 15 o 20 personas que no prestaban mucha atención, en distintos pubs. Cuando llegó el momento de salir al escenario en Vélez, creo que Juan Alberto Badía nos tuvo que empujar. Fue un golpe. Todavía hoy siento ese cachetazo caliente en la cara. No nos conocía nadie y aquellos cuatro chicos de Zas nos bancamos las tres noches ofreciendo lo mejor de nosotros mismos”, supo decir Miguel Mateos sobre aquel histórico acontecimiento.

Su debut discográfico fue en 1982, que editaron el disco homónimo. El disco era un fiel reflejo del sonido característico de la banda: un sonido rockero volcado al pop y muy prolijo. Ya contaron allí con primer hit Va por vos, para vos. Zas fue uno de los grupos insignias de la escena rockera posdictadura y pos- Malvinas. La banda y las canciones de Miguel Mateos fueron una parte muy importante de la banda de sonido que le puso música al despertar democrático que se vivió desde mediados de los 80.

Luego del debut editaron Huevos en 1983 y Tengo que parar en 1984. En este disco justamente se encuentra uno de los más grandes éxitos de la banda y sin duda una de las canciones más populares de la época y del llamado rock nacional, como lo es Tirá para arriba. Sobre aquel disco, Mateos dijo en aquella época: “No digo que tenga que parar por una postura pasiva, al contrario, la mía es totalmente revolucionaria. Creo que deberíamos usar la cabeza un poco más”. Esa canción que sin dudas fue un verdadero himno de la época decía en su recordado hit: “Tirá para arriba, tirá / Si no ves la salida / No importa, mi amor / No importa, vos tirá”.

Además de todo, vale recordar que aquellas canciones sintonizaron a la perfección con un clima de época: fue el despegue de las FM en Argentina. Hace algunos años el propio Mateos dijo sobre la canción: “Fui a la sala de Liniers donde ensayábamos y me puse a componer en un viejo piano vertical Bruckner que había heredado de mi madre. Me salió un inicio muy cercano a la música clásica, porque yo tengo una formación de conservatorio. En el demo canté en un cocoliche que simulaba ser inglés, solo para tener la melodía bien definida (…). La estructura está pensada para que tenga un crescendo: empieza en tonos menores y tie­ne un estribillo en tonos mayores, que son más efusivos. La letra salió de un tirón. Es un tema que ha resistido muy bien el paso del tiempo... Creo que, al margen de reflejar muy bien la situación en la que vivíamos cuando la hice –Malvinas, la Guerra Fría–, tiene una magia muy particular que la mantiene viva”.

Durante abril de 1985, Mateos presentó Tengo que parar durante cinco noches en el teatro Coliseo. Y de la grabación de esas presentaciones se editó su primer álbum en vivo, Rockas vivas. Para entender el fenómeno y la popularidad de Mateos y compañía, Rockas vivas llegaría a vender más de 500.000 discos solo en Argentina, convirtiéndose en el disco más exitoso del rock argentino hasta El amor después del amor de Fito Páez. Obviamente que para esta época la banda era un fenómeno muy grande no solo en Argentina, sino en todo el resto de Latinoamérica, incluso en México y Estados Unidos. “La época de Tirá para arriba fue un gran momento del rock argentino –concluye el músico, de 66 años–. Yo me sentía parte de un movimiento, con los Moura, con Los Abuelos, con Soda... Teníamos en común una forma de encarar la música, un espíritu de renovación”, expresó Mateos en una entrevista hace algunos años.

Los siguientes discos fueron Solos en América (1986) y Atado a un sentimiento (1987). Ya la entrada a la década de los 90 lo encuentra con la banda recién separada y empezando con un proyecto solista que continúa hasta hoy día. Aquellos primeros años se radicó en Estados Unidos. Siempre se señaló que el fin de aquel exitoso proyecto grupal se dio por sentirse frustrado por la escasa atención que le ofrecían los sellos discográficos a su banda. Lo cierto es que algunas de aquellas canciones que sonaron por todos lados durante los 80 hoy por hoy siguen vigentes en la memoria de muchos y muchas.

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