Cuca Becerra
“Necesitamos tiempo desde la escucha y la educación para continuar aprendiendo entre todos”
En diálogo con este multimedio, Cuca Becerra reflexionó sobre el arte y la socialización. Además, presentó su nuevo álbum.
Nacida en Córdoba, Cuca Becerra es una artista que explora melodías y sonidos para contar relatos a través de sus canciones inmersas en el cancionero popular.
A través de una entrevista con este multimedio, la mujer presentó su nuevo material discográfico titulado Lúa.
—¿Bajo qué circunstancias surge este proyecto artístico?
—Lúa es una experiencia que ve la luz después de algunos años de hacer música con un gran artista y amigo: Horacio Burgos. Se trata de un disco de música argentina y brasilera que fue grabado en un contexto especial. Gusto decir Lúa porque hace presencia su redondez en la boca al tiempo del decir. Las canciones de Lúa describen los estados del alma. Es decir, crecí con sus compositores, quienes formaron la sonoridad de mis gustos musicales. Entre ellos, puede destacarse Chico Buarque, A. C. Jobim, Cuchi Leguizamón, Hugo Fattoruso, entre otros. Sucede que se asemeja a un collar donde se enlazan las canciones que han pasado por un tamiz en el trazo de mi canto. Dejo venir las ideas sonoras al improvisar y explorar tímbricas de mi voz. De esta manera, así (habiendo habitado el repertorio de la música popular brasileña) una chacarera, una zamba o simplemente una canción, tienen el sabor de esa música de infancia.
—¿Cuáles son los mensajes detrás del arte que comunicás en este trabajo discográfico?
—Este álbum, Lúa, cuenta historias. Sucede que algo vibra en el canto develando detrás de la palabra eso que cuento con mi voz, de la voz de otro. Es por ello que me gustaría citar a John Berger a cerca de la canción: “Una canción, a diferencia de los cuerpos de los que toma posesión, no está fija en el tiempo y el espacio. La canción narra una experiencia pasada. Cuando se la canta, llena el presente. Lo mismo hacen los cuentos. Pero las canciones tienen otra dimensión que es exclusiva de ellas. Mientras llena el presente, la canción espera llegar a un oído que escuche en algún futuro, en algún lugar. Se inclina hacia adelante, más y más. Sin la persistencia de esa esperanza, las canciones, creo yo, no existirían. Las canciones se inclinan hacia adelante”.
––¿En qué otros proyectos están inmersos?
—Trabajo con la voz humana. Doy clases de canto, dicto talleres de la voz, el cuerpo sonoro es una práctica de la voz humana donde la fisicalidad del cuerpo propone un escenario para su exploración. Trabajamos con algunos principios de entrenamiento de la voz humana que se nutren de diferentes técnicas de trabajo corporal consciente y teatro de la voz (Roy Hart Theatre).
—¿Cuál es la visión de la escena actual?
—Más allá de las circunstancias de aislamiento conocidas por todos, siento en Córdoba un semillero interesante de músicos y cantautores. Estos tiempos también están siendo habilitantes para buscar otras alternativas de comunicar nuestro arte. Tal vez más íntimo en lo presencial y abierto en cuanto a la posibilidad de instalar nuestra música en el mundo a través de la distribución digital de la misma.
—¿Cómo es recibido tu arte en tu país y en el exterior?
—Mi primer disco a dúo llamado Agua viva, es de música brasilera, fue muy bien recibido en el país y sobre todo por mis colegas, músicos y referentes. Y en mi anterior trabajo Veo, que contó con la producción de Juan Carlos Ingaramo, tuve la suerte contar con reconocidos músicos en el proyecto como Osvaldo Fattoruso (Uruguay), César Franov y Claudio Cardone. Ahora espero que Lúa, con la producción general y arreglos del gran músico y guitarrista Horacio Burgos (El Arca Producciones), tenga igual o mejor resonancia, ya que han pasado algunos años de mi último trabajo y tengo muchas ganas que la gente resuene y multiplique en mi canto de hoy.
—¿Qué otras aristas te faltan recorrer?
—¿Aristas? Me gusta esa palabra. También resuena con facetas o nuevas maneras en mi travesía con la música. Investigar y dejarme sorprender, como decía John Cage: “Lo que yo propongo para mí mismo y para otra gente, es lo que con frecuencia llamo una actitud de turista: que te comportes como si nunca hubieses estado ahí antes… ¡Nunca hemos estado en ninguna parte antes!”.
—¿Cómo adherís a las luchas y conquistas de género?
—Adhiero y siento un gran privilegio de ser parte de un movimiento de mujeres que alzamos la voz por habitar nuestro lugar. Esa no es una lucha individual. Necesitamos tiempo desde la escucha y la educación para continuar aprendiendo entre todos y seguir cambiando viejos paradigmas establecidos.