Norma Fernández estrena su película sobre Osvaldo Bayer
La directora presentó su film.
Norma Fernández presenta El Testigo (conversaciones con Osvaldo Bayer), una película que presenta diversas entrevistas a lo largo del tiempo con uno de los pensadores más importantes de la Argentina. Hablamos con Fernández para saber sobre el proyecto y su vínculo con Bayer.
—¿Cuándo supiste que querías rescatar estas entrevistas y armar con ella una película?
—Cuando me di cuenta de que se iba a ir… del todo. Antes me parecía eterno. Las fui filmando sin planificarlo, cuando mi amigo camarógrafo podía viajar conmigo a Buenos Aires, y con el sentimiento de que debía guardar algo suyo para los demás, pero sin saber aun qué haría con ello. Hubo un largo periodo, como cuento en la película, en el que compartimos muchas actividades, fundamentalmente de derechos humanos, y un día me di cuenta de que iba a cumplir 90 años… Hice la última y comencé a entender qué podía hacer.
—¿Por qué creés que la palabra de Osvaldo sigue estando tan vigente?
—Basta con mirar alrededor, y no me refiero solo a la Argentina, sino al mundo actual. El infernal aumento de la desigualdad, de las guerras, del colapso climático, del racismo… Y la eterna e imperiosa necesidad de resistencia de los pueblos.
—La propuesta se llama El Testigo, refiriéndose a él como un cronista de su época, pero, en el tiempo y revisando este material, ¿cómo viste tu rol también como testigo de él?
—¡Qué lindo!, no se me ocurrió pensarlo. Creo que somos muchos los “testigos” con la obligación de difundir su legado.
—Trabajaste con un equipo que realizó investigación de archivos y también con Marcelo Burd en el guion, ¿cómo fue un poco llevar adelante a toda esa gente?
—Bueno, es sencillo cuando son compañeros y amigos; el cine es un arte de equipo y la realización es conjunta. No fuimos muchos además: Marcelo en el guion, Silvina Segundo fue la coordinadora de la investigación de archivos, ayudada por Paloma; Aníbal Garisto filmó la última entrevista porque mi amigo Enrique Páez, que filmó las primeras tres, falleció antes de verla; Pablo Bernaba y el Quinteto Negro La Boca son los responsables de los Tangos libertarios (que hicieron con Osvaldo) y no podían faltar; José Tabarelli es un mago que editó materiales de diversos formatos y épocas e hizo postproducción de imagen y sonido. Finalmente, sin el apoyo de mi amiga Graciela Mazza, la productora ejecutiva (de La Pluma), no hubiera podido hacerla.