Pájaros, un emblema del under platense

Fernando Rickard, cantante de la mítica banda local, adelantó detalles de la fecha que el grupo brindará este sábado para despedir el año. Además, compartió anécdotas musicales que lo conectan con los Rolling Stones

Desde mediados de los 80, los integrantes de la banda Pájaros, Julián Alfaro, Rocky Velázquez, Fernando Rickard y Gastón Peirano, forman parte de la escena musical de La Plata. Sus letras y composiciones están influenciadas por el rock nacional de los 70, el punk y cantantes románticos como Sandro, Nino Bravo y Camilo Sesto. 

En el presente, la agrupación está inmersa en los preparativos de su último show  del año. El concierto será este sábado, a las 22, en diagonal 78 entre 8 y 61. “La idea es repasar todos los discos y tocar los temas nuevos que teníamos en la cocina, así no volvemos con lo mismo. Ahora nos salimos un poco de lo melancólico, de manotear lo que se siente a priori. Después, cuando te comprometés con el producto, se trabaja más elaborado, hay un aire fresco”, aseguró Rickard, cantante de la mítica banda.

Durante una charla con este medio, el músico además dijo que para esta fecha, “la temática cambia, es más aguerrida, es más pensada, más rebuscada y prolífica”.

Si bien Pájaros como formación estable cuenta con 13 años de vida, la historia de estos músicos tiene larga data. En 1987, Fernando llegó a la ciudad desde Carlos Tejedor para estudiar Ingeniería Civil, sin embargo, dejó esta carrera y se dedicó completamente a la música. Así, comenzó a codearse con los artistas locales y notó cuán prolífica es La Plata. “Siempre me pregunto porqué no hay compañías en esta ciudad, siendo que levantás una baldosa y hay un artista”, reflexionó, y agregó que “hay propuestas todas las semanas”.

Pero el cantante no dedicó sus años solamente a la música, sino que se desa­rrolló como un respetado bartender. Hace 19 años, Rickard trabajaba en el Hyatt como barman cuando los Rolling Stones llegaron al país con su gira Bridges to Babylon y se hospedaron en el lujoso hotel porteño. “Siempre hubo un ambiente familiar y ameno, los Rolling caían entrada la noche, sin desbordes y con mucha calma. Las primeras charlas las tuve con Keith Richards y fueron sobre el rumbo que tomaba mi banda. En la última cena de su estadía en la 

Argentina (los británicos realizaron cuatro masivos shows en nuestro país), unos gitanos amenizaron la velada. Cuando terminaron su show, armé un trago, agarré la guitarra y me sumé a tocar junto a Richards en el piano, con Wood haciendo percusión contra una mesa. Pudimos compartir 12 noches, fui su barman e hice mi creación que llamé Ginger Martini. Es un trago de p... madre a base de jengibre, bastante deportivo, que tengo ganas de patentar”, recordó el artista. 

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