Piti Fernández, de Las Pastillas del Abuelo, apuesta por la historia de su familia en su proyecto solista

El cantante de uno de los más exitosos grupos del país, que formó una banda con sus sobrinos y su primo, se prepara para Rock en Baradero

"Siento que mi árbol genealógico se conecta conmigo en cada una de las canciones”, le dice a diario Hoy, Juan Germán Fernández, el cantante de Las Pastillas del Abuelo, y pide disculpas porque se va a abrirle la puerta a los amiguitos del jardín de su hija, que vienen a pasar la tarde en la pileta.

Conmigo mismo es el disco que sacó junto a sus sobrinos y a su primo Diego Betancourt, a quien llena de flores varias veces durante la charla. Este proyecto se presentará en vivo el tercer día de Rock en Baradero, el 4 de febrero, y a fines de enero, también estará en Mar del Plata.

––¿Cuál sería el concepto de Conmigo mismo?

––Yo creo que el abuelo era un poco melancólico y tuvo esa noción de la soledad, de no querer estar solo, pero también disfrutar de estar con uno mismo. Esto me hace estar conmigo mismo, porque recuerdo a todos los familiares y los vínculos que nos unen. Tengo algo de cada uno de ellos, siento que mi árbol genealógico se conecta conmigo en cada una de las canciones, y entiendo que este camino que tomé hace que vaya a tener que estar conmigo mismo de ahora en adelante. Por ejemplo, la decisión de formar esta nueva banda, de que los arreglos musicales sean míos, no pasaba en Las Pastillas, acá capitaneo yo. Encontrarme con aquellos metejones y caprichos musicales que exceden a la banda.

––Tocás con sobrinos, primos y hacen canciones con los poemas de tu abuelo, ¿en la puesta en escena se ve algo de la dinámica familiar ?

––Diego Betancourt, que es mi padrino y a la vez mi primo, es una luz. Es muy creativo, productor de televisión y de radio, se encargó de la puesta en escena, de las imágenes. No queríamos que fuera un cumpleaños de 15, pero algunas fotos hay, porque lo requiere la obra.

––¿Es verdad que formaron la banda y grabaron todo en un mes?

––Sí, eso fue increíble, tenía tres o cuatro temas, no había un disco, sí la idea de hacerlo alguna vez porque estas canciones buscaban una temática familiar, pero eran pocas. Apareció mi primo, en dos o tres lunes había seis o siete canciones más, y ahí estaba el disco. Fue raro para los chicos de Las Pastillas, porque en un mes tenía un disco solista publicado, pero ellos conocen a mi primo, así que entendieron.

––¿Tuvieron invitados para el disco?

––Tuve la suerte de contar con Alejandro Mondelo de Las Pastillas,  desde los seis años vamos a la escuela juntos y es como mi hermano. También con el Chizzo, Gustavo Nápoli. La verdad, que haya accedido y me haya dicho en alguna noche bonaerense  que le gusta mucho como escribo, es ratificante (sic) y gratificante. Me hace sentir que hice las cosas bien. Para mí es un referente, tiene que ver con mi adolescencia, y es un privilegio poder cultivar una pequeña amistad con él.

––¿Cómo se preparan para tocar en Baradero?

––Alucinante, tenemos muchas ganas y ansiedad. Si bien el recorrido en sí  fue largo, aprendimos mucho con mis sobrinos sobre la dinámica del grupo. Tengo ansiedad para volver al ruedo, porque se terminó un ciclo en el Teatro Coliseo y ahora empieza este. Vamos a estar en dos de los festivales más importantes del país, y en Mar del Plata el 25 de enero. Vamos a modificar el show, porque en formato teatro estoy más parlanchín. En estas tres fechas, la gente va a estar parada, las canciones más arriba, para acompañar con algún pogo, para que tenga ritmo de festival. Vamos a tocar folk, que es lo que me está pegando, la primera etapa de Eric Clapton, Creedence, Mark Knopfler, Dire Straits, y con la posibilidad de hacer pogo, saltar, que no estaba en formato teatro. 

––¿Y con Las Pastillas qué planes tienen?

––Ahora hay un descanso increíble todo enero, después cerramos en Cosquín, que es buenísimo porque vamos a volver a cerrar, el año pasado no estuvimos y la gente nos extrañó. Estamos súper contentos. Nos vamos a México y también a España, el presente hace 10 años no nos da más que alegrías. Son todas buenas noticias. Las Pastillas son un bálsamo, una isla donde todo está bien.

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