entrevista exclusiva
“Recomendaría que cada uno se reconozca como sujeto creador y transformador”
En diálogo con diario Hoy, la artista plástica Rosal se expresó sobre sus creaciones y reflexionó sobre la apreciación cultural.
Creadora, productora y artista plástica, Rosalba Cuevas dialogó con este multimedio sobre el recorrido artístico que llevó a cabo y el presente creador de otras formas de producción.
Es por ello que fue entrevistada por este multimedio para conocer y ahondar sobre su rico recorrido.
—¿Bajo qué circunstancias te adentraste en el arte?
—Nací en una familia compuesta por seres afines al arte: mi madre es amante de la literatura, mi padre melómano y mi hermano músico. Influenciada por este contexto y siendo la más chica de la casa, la creación siempre estuvo vinculada al juego y al cruce de lenguajes. A los 18 años comencé a estudiar formalmente en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata, egresé seis años después y desde entonces sigo aprendiendo en conjunto con colegas por medio de la experimentación.
-—¿Qué ramas abarcás?
—Considero al dibujo como herramienta primordial para volver disponibles las ideas, pero me gusta mucho también darles forma tridimensional a través de esculturas con objetos intervenidos y vestuarios.
—¿Cuáles son los mensajes puestos en tus creaciones?
—Antes de emitir un mensaje, me interesa observar el mundo cotidiano y estar disponible a cuestionarlo. Me detengo a reflexionar cuáles son los mecanismos que reproducimos de manera automática, ya sean de orden estético, político o intelectual para pensar otros universos posibles. Siempre me resultaron interesantes el surrealismo y el dadaísmo por su carácter transformador a partir del caos lejos de la lógica imperante. Disfruto al dibujar seres que podríamos considerar monstruosos en mundos fantásticos, me divierte mucho jugar con la idea de mal gusto y desobediencia que cuestionan los cánones estéticos y moralistas de lo socialmente aceptado. El humor ácido es un vapor que rodea en muchos casos mis trabajos; lejos de ser una bajada de línea, acompaña la experiencia de aproximarse a las cosas en un tono disruptivo y en muchos casos perturbador sin temor de caer en el ridículo o el absurdo.
—¿En qué proyectos estás inmersa?
—En el plano laboral, actualmente me dedico a la ilustración editorial realizando historietas para la CPM (Comisión Provincial por la Memoria) acerca de la violación de los Derechos Humanos. También trabajo dibujando portadas para libros de la editorial El Gourmet Musical y para artistas independientes. En un plano artístico personal, estoy desarrollando una serie de trajes, accesorios e imaginería, combinando ilustración y una de mis nuevas pasiones: la serigrafía.
—¿Qué sensaciones te rodean antes de poner manos a la obra?
—Creo que las sensaciones más presentes son las de apertura y disponibilidad, nunca se sabe cuál va a ser el resultado al que se va a llegar. Hay una dosis de vértigo que viene de la mano de no tener el control de nada que se trenza con la excitación que da ir dándole forma visible con la toma de decisiones.
—En estos tiempos que corren, ¿qué espacios tomás ante las luchas y conquistas de género desde el feminismo y la equidad?
—Creo que es necesario poner en relevancia que la construcción que el feminismo contemporáneo hoy pone sobre la mesa tiene origen en sociedades matriarcales anteriores a las civilizaciones griegas, anteriores a la sociedad moderna y por tanto a la narración histórica unilateral del sistema capitalista. Más allá de las categorías academicistas e intelectuales que levemente transformaron, pero que sostienen el statu quo, de la sociedad en la que vivimos hoy, me resulta básica y fundamental la vinculación cotidiana afectiva desde la equidad, observando críticamente cuáles son las dinámicas que establecemos entre todos. La equidad es algo que se ejerce desde la práctica, respetando las diferencias y haciendo un trabajo de autocrítica profundo sobre cuál es nuestra relación con el ejercicio de poder más allá de un rótulo de género. Personalmente opto por desarrollar mi vida social de esta manera sin necesidad de definir o etiquetar mi género.
—¿Por qué recomendarías que vean tu obra?
—No recomendaría que vean mi obra, recomendaría que cada uno se reconozca como sujeto creador y transformador.
—¿Cuáles son las motivaciones que te llevan a crear?
—Lo que más me motiva es incentivar a otras personas a cuestionar esta e imaginar otras realidades posibles que nos conecten con experiencias liberadoras.