Rob Lowe, de galán al escándalo sexual

En esta entrega, diario Hoy recuerda los inicios del actor en Hollywood, sus éxitos profesionales, el ocaso por un video sexual y el resurgimiento que llegó con la madurez.

Corrían los años 80 cuando Rob Lowe se hizo popular gracias al rol que Francis Ford Coppola le dio en la cinta Rebeldes. Allí supo coincidir con otros actores en ascenso, que pronto se convertirían en los galanes de moda de aquel momento, como Tom Cruise, Ralph Macchio, C. Thomas Howell, Patrick Swayze, Emilio Estévez y Matt Dillon. Asimismo, Lowe trabajó en los proyectos televisivos A new kind of family y ABC afterschool specials, para luego ganarse un lugar en el séptimo arte gracias a las interpretaciones en Oxford blues, El hotel New Hampshire, St. Elmo punto de encuentro, El club de los cinco, Enséñame a bailar, Forja de campeón, ¿Qué pasó anoche?, Ilegalmente tuyo y Mascarada para un crimen, entre otros.

Una vez consagrado como actor, el hombre fue elegido por Curtis Hanson para que protagonizara Malas influencias, una película que narraba las aventuras de un villano que amaba la noche y sus aventuras en Los Ángeles. Uno sus pasatiempos era grabar a parejas mientras intimaban. De esta manera, casualidad o no, este filme fue una especie de señal del escándalo que protagonizaría unos años después y se convertiría en el hecho que lo alejó por décadas del trabajo en el cine.

El hecho en cuestión sucedió cuando el galán de cine conoció a dos jóvenes con las que emprendió una aventura sexual en un hotel de baja categoría. Allí decidieron realizar unos juegos antes de intimar, y es por ello que se grabaron mientras compartían estos momentos de placer. La producción audiovisual no se mantuvo entre sus protagonistas, sino que por el contrario se difundió públicamente, desatando un conflicto judicial y mediático que truncó la carrera profesional del individuo. Es más, el clip se vendió de forma ilegal siendo emitido una y otra vez en los programas del prime time. La situación se convirtió en un caos, y el panorama tomó aun mayor repercusión cuando se supo que las muchachas tenían 16 y 22 años respectivamente. Entonces, la mamá de la más chica inició una querella contra el actor, quien afirmó que no sabía la edad de la adolescente. El intérprete se enfrentó a una demanda civil que se resolvió mediante un acuerdo extrajudicial: debió cumplir una condena mínima que incluyó prestar servicios a la comunidad por más de 20 horas semanales.

Tras el escarnio público, el galán decidió internarse en una clínica de rehabilitación para cambiar sus hábitos ligados a adicciones al sexo, drogas y alcohol. Luego contrajo matrimonio con una maquilladora, y tuvieron dos hijos.

Con este escándalo en su haber, la década de los 90 no fue fácil para Rob, que no cosechó ningún éxito. Pero la vuelta a la televisión logró darle notoriedad en roles dramáticos en El ala oeste de la Casablanca, Parks, Californication o The grinder.

Noticias Relacionadas