Entrevista Exclusiva

Roberto Edgar: “Ahora estoy feliz”

Durante una entrevista íntima con este multimedio, el líder de Volcán recorrió su trayectoria, reflexionó sobre el drama familiar y habló del presente que supo cosechar.

A inicios de la década de 1990, la movida tropical en la Argentina abandonaba su clásico estilo de formaciones longevas o repletas de familiares para darle la bienvenida a proyectos musicales que eran integrados por jóvenes galanes con una imagen rockera, lentes de contacto que simulaban ojos claros, bronceados intensos y una larga cabellera.

Así aparecieron en escena los nuevos galancitos del momento que acaparaban los pósteres, las tapas de las revistas y toda clase de merchandising posible. Ellos fueron Commanche, Peluche, Luz Mala, Chakales, Mohicanos, y Volcán. Este estuvo integrado por Pablo Sensazonna, Agustín Almirón, Octavio Lavegna, Pablo Serantoni, Nicolás Priatti y Roberto Edgar.

Esta propuesta enunciada fue ideada por el mítico productor Roberto Fontana, que convocó a los seis jóvenes para un casting.

Estos integrarían la banda y serían dueños de un hit titulado Esa malvada que perdura hasta nuestros días y suena en las fiestas familiares.

Sin embargo, las luces de la fama y el éxito no pudieron prevenir un trágico accidente que se cobró las vidas de los papás del cantante y el productor que los vio nacer. En ese entonces, la estrella juvenil decidió retirarse de la escena para hacerse cargo de su familia, llevar adelante la casa sin antes recaer en una sumida depresión.

Gracias a la fe y la religión, pudo sobrellevar la situación, logró enfrentar la adversidad para mudarse con destino a Misiones, conocer el amor, fundar una familia y retomar su amado oficio en el canto. Además, logró reunirse con sus compañeros y compartir momentos de actualidad.

En diálogo con este multimedio, Roberto Edgar confirmó sus nuevos planes profesionales, reveló los detalles del presente en una adultez anhelada, el refugio en la fe y la experiencia laboral junto a Charly García.

—A los 17 años entraste por la puerta grande a la música y nunca más te fuiste. ¿Qué satisfacciones te dio Esa malvada, la mentada canción? ¿Por qué mantuvieron un final abrupto en pleno éxito?
—La mentada canción nos dio la posibilidad de trascender las fronteras de la Argentina, llegamos a países limítrofes y a todo tipo de festivales o conciertos. Recorrimos todos los lugares donde fuimos bien recibidos. Desde hace 20 años Esa malvada continúa vigente y se ha convertido en uno de los temas más escuchados en la historia de la música tropical. Es más, ahora mi hijo la canta y baila, eso es todo un orgullo. Respeto a la finalización de esta etapa, sucede que la carrera artística me dio muchísimas satisfacciones pero también una tragedia familiar terrible. Pasó que el sábado 19 de junio, a las 22.30, en un accidente automovilístico mis padres y mi representante artístico, Roberto Fontana, perdieron la vida. En el transcurso de esos meses, mi existencia cambió repentinamente y para siempre. Fue por ello que me alejé de la banda, regresé como solista pero no estaba nada bien. Así que volví a retirarme, me ahogué en una depresión que duró cinco años y logré salir a flote nuevamente.

—Entre triunfos y derrotas, ¿dónde fue que encontraste la fortaleza para continuar y salir adelante?
—Creo en Dios que me dio la fuerza para sacarme de todo esto. Sucedió que tomé la decisión de suicidarme, empecé a orar, pedí que me diera mucha fuerza y así fue. Luego, tiempo después, empecé desde cero, me instalé en Misiones, puse un negocio, conocí a mi esposa, nos casamos, tuve un hijo. Ahora estoy feliz.

—Además, tuviste una limusina que alquilabas para Charly García, ¿qué podés contarnos sobre este recuerdo?
—En un momento estábamos filmando un videoclip de la canción Lengua brava y ahí conocí el vehículo. Me encantó, quedé maravillado entonces me dije que cuando pudiera, compraría una. Así fue que un día surgió la oportunidad, alcancé mi meta y adquirí mi propia limusina. Salía a pasear, la usaba con mis amigos y me daba todos los gustos posibles intentando que mi vida cambiara pero nada era suficiente, estaba depresivo. Así tuve un llamado del representante de Charly García que quería alquilar el auto, acepté sin que me pagaran porque amo su música. Nos fuimos de gira por tres días, trabajamos por seis años juntos. Fue una experiencia increíble.

—Y hoy, ¿cómo estás?
—Apostando todo, siempre a la familia.

—Con relación al eterno revival que hay sobre las producciones de los años 90, la moda, la música de aquel entonces siempre continúa vigente. ¿Qué sensaciones te merece esta situación?
—Estoy agradecido a Dios como también al público porque, a pesar que pasaron los años, seguimos recorriendo nuestro país con nuestra música. También estamos grabando los temas nuevos para este 2021.

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