El drama de Sharon Stone
La diva de Bajos instintos denunció a su médico por aumentar el tamaño de sus pechos sin su consentimiento durante una pequeña intervención quirúrgica a la que fue sometida de forma reciente.
A inicios de la década de 1970, Sharon Stone inició su carrera como modelo de alta costura para luego abocarse a la publicidad en revistas de primera línea. Tiempo después, comenzó a participar en comerciales y se sintió atraída por la actuación.
De esta manera, incursionó en algunos talleres de teatro para luego estudiar formalmente y comenzar a presentarse en casting para roles secundarios en novelas o series de la pantalla chica.
El primer trabajo de gran talla sucedió en 1980 con el debut en la comedia Stardust memories del cineasta Woody Allen. Luego ganó un rol en una cinta del género terror Bendición mortal, bajo la responsabilidad directiva de Wes Craven. Además, comenzó su cambio a figura sexual con el protagónico en Bajos instintos donde se puso en la piel de Catherine Tramell por lo que fue nominada a los Globos de oro en la terna como Mejor Actriz.
Luego vendría el mejor reconocimiento en Casino de Martín Scorsese, que le abrió las puertas a otras obras más grandes.
En la actualidad, la actriz consagrada gracias a su rol en Bajos instintos brindó una terrible confesión respecto a la experiencia médica que afrontó en el 2001 cuando debió ser intervenida quirúrgicamente debido a una serie de tumores benignos que estaban alojados en sus mamas. En esa instancia, el profesional a cargo decidió colocarle implantes de siliconas sin su autorización ni mucho menos su solicitud.
Según el relato, la rubia debilidad que hoy tiene 63 años confesó que, en ese entonces, despertó sintiendo que poseía más busto que antes y luego recordó lo que podía haber sucedido en el quirófano: “Cuando me quitaron la venda descubrí que tenía unos pechos más grandes que antes, que según el médico pegaban más con el tamaño de mis caderas. Con absoluta impunidad había cambiado mi cuerpo sin mi conocimiento ni mi consentimiento… Pensó que me vería mejor con unos pechos más grandes y mejores”, dijo.
Tiempo después, la salud de Stone le jugaría otra mala pasada al transitar fuertes dolores de cabeza que tras una serie de estudios culminaron en una leve hemorragia cerebral producto de un aneurisma. Fuerte y resistente, logró sobrellevar ese mal tránsito para ser operada y no tener secuelas.
Además de abocarse a su carrera profesional, la actriz también se entregó al amor y en 1998 se casó con Phil Bronstein, adoptaron un niño y fundaron una familia. Pero la crisis llegó y el amor culminó con el divorcio y la pérdida de la tenencia del niño en común. Luego, la mujer agrandó la familia con otros dos hijos del corazón como Laird Vonne y Quinn Kelly.
Ahora, la diva está abocada a la crianza de los menores pero también a su labor como productora y financista de pequeñas obras independientes. Por el momento, sus participaciones como intérprete solo suceden en roles pequeños como invitada.