Willy Lemos y Sabrina Parel presentaron Las mil y una Lemos

La película repasa la vida de uno de los artistas más importantes de la escena local, que supo, además, formar a generaciones de actores y actrices.

Las mil y una Lemos, de Sabrina Parel, pasó por el 38 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Una película centrada en Willy Lemos, su vida, obra y legado. Con ambos hablamos para conocer más detalles de la propuesta.

—¿Cómo viven el mostrar finalmente la película aquí?

—Sabrina Parel: Muy emocionada porque trabajamos mucho tiempo juntos con esto y se va transformando cada vez en algo más importante para nosotros también. Como que cada vez tiene más bulto adentro de nuestro corazón.

—Willy Lemos: Tenemos este bebé, que además me pasó de todo. Tuvo un embarazo difícil del cual salimos, aquí, triunfantes. Porque empezó por mi enfermedad, con su apertura de corazón, de entrada, su susto de entrada, me vio en mi casa y ella vio la recuperación. Y la recuperación, según mi médica, tuvo que ver con esto. Es impresionante. Además, coincidió justo también con el éxito de Bernarda es la patria. A Sabrina la conozco, que era el asistente de dirección de La noche del lobo y ahora hicimos un hijo que es una película que se llama Las mil y una Lemos. Para toda niñez que haya sido víctima de abuso, ya sea familiar, ya sea policial, pero eso me hizo muy fuerte y me hizo ser quien soy y llegar hasta acá y poder hacer esta película. Poder tener el amor que recibo a mis 66 años. 50 años de carrera, un amor, que te juro es impresionante. Yo no elegí la carrera a través de la fama, que hubiera sido muchísimo más fácil, porque además tuve muchas oportunidades. No voy a dar nombres de cosas muy grandes que se nos ofrecieron y dije que no, para no caer en las maquetas. Porque siento que la maqueta es… el que la hizo está bien, sigue mostrando algo que no sirve y entonces dije no es por ahí. O sea, sé que es más difícil y hoy les niñes, los adolescentes que hablan con la e, a mí me cuesta muchísimo. Que me hablan de cómo te percibiste, también me cuesta entender. Porque en mi época ni siquiera había, o sea, era el maricón, que era el mejor amigo de la mujer, que eran divinos, son mejores que una chica, tienen la casa y no sabes cómo cocinan y son maquetas. Pero se los construía. Y romper con eso justamente en el cine, entrando por la puerta grande, gracias a Sergio Renán, con la heroína del cine argentino, Susú Pecoraro. Hacer Tacos altos fue muy fuerte y eso a mí me sirvió como para después hacer teatro con Alberto Ure. Fueron dos cosas fuertes que me permitieron… para decir voy por acá.

Yo sé que causa gracia y que puede hacer de conductora en un programa de televisión, pero la verdad es que no. Y hoy la gente, la sociedad, lo reconoce. Como me pasó en la marcha del orgullo. Yo casi no he ido porque en la historia y la militancia siempre fui solito.

—¿Cómo fue seguirlo?

—SP: A mí me gustó mucho. Como que todo el tiempo me estaba desafiando. Me sentía desafiada, pero bien, no desde un lugar de bueno dónde me pongo para retratarlo mejor. Porque yo, básicamente, lo que quería hacer era eso. La mejor manera de esto que él me está ofreciendo, que era esa intimidad y esta historia suya que me parecía muy enriquecedora. Tanto como para él, como para sanar y contar lo que él quería, para que toda la gente pueda nutrirse de su vida, tan particular. Siempre preguntándole a él además. Porque también había momentos en donde había una intimidad, que por ahí estaba la cámara prendida, pero él por ahí me lo estaba contando a mí y yo tengo que verlo como directora. Entonces, nada, fue muy interesante. Terminábamos agotados.

—WL: Porque eso es lo que tiene su mirada. Esa cosa femenina y esa intimidad. Muriel Santa Ana, a quien le agradezco haberme presentado a Alejandra Benevento, que es todo el amor del mundo… Desde que conocí a Alejandra la verdad que me cambió en un año y nos cambió todo porque desde el amor de solidaridad fue divino todo lo que pasó. Ganamos el premio del Fondo Nacional de las Artes, con el que hicimos los subtítulos en La mujer y el cine. También ganamos con lo que hicimos el color y acá estamos en Mar del Plata.

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