Entrevista Exclusiva

Zulma Yarú: “Seamos soberanos de nuestro placer”

En diálogo con este multimedio, la sexóloga estrella de las redes sociales se expresó sobre la libertad, el deseo y el erotismo.

Formada como psicóloga, Zulma Yarú constituyó su espacio de diván para sostener y atender a sus pacientes. Tiempo después se formó como sexóloga clínica junto al Dr. Juan Carlos Kusnetzoff y comenzó a compartir sus saberes en redes nacionales. Durante una charla íntima con este multimedio, la terapeuta del sexo reflexionó sobre la sexualidad en los tiempos que corren.

—¿Cuáles son los mensajes detrás del arte que comunican?

—Mi eslogan hoy es: “Seamos soberanos de nuestro placer”. Es la idea que intento transmitir. Cada persona es responsable de su propio placer, de su propio erotismo. El erotismo lo construye cada uno a través de sus vivencias, sensaciones, fantasías, que son totalmente subjetivas y únicas. La sexualidad estuvo, y aún hoy continúa, plagada de mitos y exigencias que limitan el poder disfrutar de nuestra sexualidad. Como si el erotismo debiera aprenderse a través de un manual de consejos prácticos, cuando es particular y propio de cada uno.

—¿Cómo adherís a las luchas y conquistas de género?

—Siempre tuve una mirada despatologizante e inclusiva de las diversidades sexogenéricas. Incluso me formé y participé en actividades de visibilización e inclusión en espacios laborales y, por supuesto, en el abordaje de la salud transgénero en la clínica, donde siempre encontré muchos obstáculos. No olvidemos que los profesionales de la salud son quienes en mayor medida han patologizado todo aquello que no se encuadraba en la ideología binaria y heteronormativa. No obstante, con la sanción de la Ley de Identidad de Género (2012), en la que nuestro país es pionero, las personas trans han podido acceder a derechos que las reconocieron como “personas” (ya que antes no entraban en esa categoría). Aunque el camino de la deconstrucción recién empieza e implica una tarea ardua.

—¿En qué otros proyectos están inmersos?

—Actualmente integro la Comisión Directiva del capítulo de Sexología y Diversidad Sexual de APSA (Asociación de Psiquiatras Argentinos). Desde el año pasado venimos llevando a cabo un trabajo de investigación en relación al modo en que influyó el ASPO en la sexualidad. Próximamente vamos a publicar un libro en relación a este tema.

—¿Cómo vive el argentino el sexo?

—Plagado de prejuicios. Dicen que somos maleducados sexuales, que todos deberíamos aprender a tener sexo. Sin duda, creo que nos hemos educado a través del porno, del porno mainstream, el convencional y masivo. No olvidemos que la industria del porno también sigue las reglas heteronormativas, con estereotipos de belleza cerrados y con prácticas estandarizadas y siempre, digamos, exitosas. Con mujeres objetivizadas y dóciles, dispuestas a cumplir los deseos del varón y gozar al modos de ellos. Todo esto genera exigencias de todo tipo y, en especial, comparaciones que afectan las actitudes posteriores en relación al placer. Todo se mide en términos de normalidad. Y así aprendimos a “erotizarnos”.

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