A 30 años del crimen de María Soledad Morales, sus hermanos publicaron una emotiva carta

La adolescente fue violada y asesinada en septiembre de 1990, en Catamarca. El caso conmovió al país.

Los seis hermanos de María Soledad Morales, la adolescente asesinada en 1990 en Catamarca, dieron a conocer por primera vez en 30 años una carta pública en la que aseguraron que la "cruel y despiadada muerte" de su hermana los "marcó para siempre" y que la "lucha inclaudicable" de sus padres "dejaron un ejemplo de fe y fortaleza inmensa".

La carta fue publicada en el muro de Facebook de la red "Infancia Robada Foro Catamarca", donde expresaron lo que vivieron tras el hallazgo del cadáver de María Soledad.

"Toda una vida. Treinta años pasaron ya. Pero para nosotros, sus hermanos, es como que el tempo se quedó allí", arranca el escrito, en el que los Morales afirmaron que la "cruel y despiadada muerte (de María Soledad) nos marcó para siempre".

"Algunos éramos adolescentes, otros pequeños. El dolor de nuestros padres y su lucha inclaudicable nos dejaron un ejemplo de fe y de fortaleza inmensa. Dios les dio la fuerzas a ellos como padres y a nosotros como hermanos, todas las fuerzas para afrontar cada una de las pruebas y no permitirnos que nos rindiéramos jamás", indicó la carta.

Desde "el día que ella partió, nada volvió a ser como antes", expresaron, y "por más que el tiempo pase, Sole vive entre nosotros".

"Su injusta muerte y la lucha por la justicia con el tiempo nos lleva a sentirnos más orgullosos de ella y de nuestros amados padres", añadieron en el escrito firmado por Ariel, Luis, Ada, María Belén, Analía y Ana Clara Morales.

El crimen

La adolescente de 17 años fue vista con vida por última vez el 7 de septiembre de 1990 cuando fue a bailar a la elección de la reina del estudiante del colegio del Carmen en la capital catamarqueña.

Tres días después, cerca de las 9.30, María Soledad fue encontrada violada y asesinada, con el cuerpo desfigurado y semidesnudo, por trabajadores de Vialidad.

El homicidio tuvo una amplia repercusión a nivel nacional y terminó con la renuncia del entonces gobernador de Catamarca, Ramón Saadi.

También motivó las "marchas del silencio" que organizaba Pelloni, rectora del colegio al que asistía María Soledad, y terminó con la detención y posterior condena de Luis Tula y Guillermo Luque, hijo de un diputado nacional.

Luque tiene hoy 54 años, vive en pleno centro catamarqueño, tiene un hijo y se mantiene con las rentas de las propiedades que le dejó su familia.

Tula tiene 59 años, también vive en la zona céntrica de Catamarca, tiene dos hijos con su ex pareja, es abogado penalista (estudió en la cárcel) y tiene un estudio jurídico ubicado en la calle Rivadavia al 800.