Alarma general por la mortandad de peces en las lagunas bonaerenses
En el marco del extremo calor, la sequía y las cianobacterias, los espejos de agua de la Provincia afrontan un período crítico.
Durante las últimas semanas, la situación de las lagunas bonaerenses ha ingresado en un estado de alerta debido a la ola de calor, la sequía que aún afecta buena parte del territorio e incluso la presencia de cianobacterias. La laguna de San Miguel del Monte, en este contexto, acaba de registrar una muerte masiva de los pejerreyes que habitan en dicho espejo de agua.
Si bien en los últimos días se registraron lluvias particularmente sectorizadas en la provincia de Buenos Aires, la situación todavía está muy lejos de una resolución favorable; muchas lagunas se fueron secando o quedando en la mínima expresión. En San Miguel del Monte, finalmente, las estimaciones negativas se concretaron curiosamente después de una lluvia. La mayoría de los peces, de entre 20/25 cm de longitud, fueron encontrados flotando sobre la rivera y otros tantos se hallaron dispersos en varios puntos. Entre las conjeturas aportadas por pescadores de trayectoria, estaba que la mortandad era producto del bajo nivel de agua en la zona (Río Salado) por falta de precipitaciones, provocando así la reducción del oxígeno. También, influyen las altas temperaturas. Ambas consideraciones, apuntan los expertos, son acertadas.
“Los peces se encuentran bajo un proceso de hipoxia (falta de oxígeno, en este caso en el agua) debido a la sequía que estamos atravesando, lo cual sumado a la baja cantidad de agua y al aumento de la temperatura de la misma los hace vivir bajo un constante estrés, que los deja vulnerables ante cambios bruscos del entorno”, señaló el comunicado que envió el ejecutivo local. “En este caso los pejerreyes se vieron afectados por la tormenta previa, la cual causó un movimiento del lecho de la laguna y los sedimentos orgánicos que allí se encuentran, favorecieron la proliferación de microorganismos en el agua, a los que un cierto número de pejerreyes no pudieron hacer frente. Es un proceso que está ocurriendo en varios espejos de agua de la Provincia debido a los factores climáticos que estamos atravesando”.
El impacto del calor extremo y la consecuente sequía viene encendiendo las alertas desde hace tiempo, sobre todo en plena temporada turística y con amplia concurrencia de veraneantes. “Se secan las lagunas encadenadas del Río Salado (Vitel, Chascomús, Adela, Del Burro, Chis-Chis, etc) en la provincia de Buenos Aires. La muerte de animales es descomunal”, dijo el científico del Conicet Federico Ballarini. “En Chascomús, laguna de Lobos o la de San Vicente ocurrieron casos similares y eso se explica por el impacto del fenómeno La Niña, que provoca que las lluvias sean mucho menores que en otros periodos en gran parte del país”, agregó.
Asimismo, varias lagunas bonaerenses que se encuentran en dicha situación de sequía se ven afectadas por la presencia de cianobacterias. Según señala el Ciano Semáforo realizado por la Subsecretaría de Recursos Hídricos bonaerenses junto a instituciones científicas y universitarias, rigen alertas naranjas por cianobacterias para las lagunas de Las Barrancas, La Tablilla y Chis Chis, ubicadas en la zona de Lezama y Chascomús.