Alta demanda en la ciudad para recibir la vacuna contra la fiebre amarilla

En los hospitales públicos se generan largas filas de personas que no quieren quedarse sin sus dosis. Dónde se aplica y cómo prevenir esta enfermedad tan contagiosa

Vacunarse contra la fiebre amarilla en La Plata se ha convertido en una tarea ardua que lleva mucho tiempo. La importante demanda de dosis, sobre todo por parte de quienes pretenden vacacionar en Brasil, genera que en el Hospital San Juan de Dios y en el San Martín haya que armarse de paciencia, ya que las largas colas comienzan a formarse apenas entrada la noche y los turnos se dan a partir de las cinco de la mañana. 

Ante este panorama, cada vez son más los platenses que, en el afán de asegurarse una de las casi 50 dosis que se aplican por día, van a pasar la noche a los hospitales con sus reposeras. Además, para democratizar las vacunas,  en el nosocomio de 1 y 70 las personas que allí pernoctan confeccionan listas buscando ellas mismas garantizar los números por orden de llegada. 

Al respecto, el director del Policlínico San Martín, Dr. Alberto Urban, explicó a este medio: “Llegaron más vacunas desde Nación, pero lo cierto es que estamos desbordados. La gente viene sin información, y acá el servicio de vacunación trabaja con un montón de pacientes, como por ejemplo los recién nacidos, y solo dos personas llevan adelante la tarea. Si existieran distintos lugares para aplicarse las dosis en la ciudad se podría descomprimir la situación, pero todos vienen acá”. 

En total son tres los centros de vacunación en La Plata en los que se puede acceder a la  inyección que previene esta enfermedad, que es transmitida por un mosquito y puede resultar mortal. 

Mientras que en el Hospital San Juan de Dios y en el Policlínico San Martín se puede asistir los martes y jueves de 9 a 15, también se puede ir a la unidad Sanidad de Fronteras, ubicada en 45 y 115 n° 292, que atiende los lunes y jueves de 9.30 a 12.30 y los martes de 15 a 17. En ese lugar se realizan 150 vacunaciones por día, y ante la importante demanda agregaron sobreturnos, en los que se aplicarán otras cincuenta dosis. 

“Es un lío poder vacunarse. Estuvimos averiguando en todos lados hasta que llegamos a Sanidad de Fronteras, donde nos dieron turno de una semana para la otra. Acá están bastante organizados, pero hay que venir con tiempo”, aseguró Juliana Franchino, quien disfrutará de sus vacaciones en Porto de Galinhas. 

No todos los que se van a Brasil tienen que inmunizarse 

Ante la alta demanda, desde las diferentes carteras sanitarias recordaron que deben recibir la vacuna especialmente aquellos turistas que viajen hacia los Estados de San Pablo, Minas Gerais y Río de Janeiro, catalogados como zonas de riesgo. También quienes permanezcan más de 72 horas en alguno de estos lugares durante sus escalas y los que desa­rrollen actividades de turismo aventura o campamento en esos Estados. 

La Organización Mundial de la Salud, por su parte, alertó sobre la necesidad de ingresar al país vecino vacunado con al menos diez días de anticipación. Esta precaución debe ser tomada sobre todo por aquellos que emprendan sus viajes hacia los Estados considerados con alto riesgo de infección. 

En primera persona 

Anahí Rustherolz, una joven que en quince días emprenderá un viaje hacia Río de Janeiro, explicó su situación: “Llegamos a las cuatro de la mañana al Hospital San Martín. La misma gente había armado una lista y quedé número 77. Había personas desde las diez de la noche del día anterior y las dosis que daban eran solo cincuenta”. 

Sin suerte en el Policlínico, todavía en horas de la madrugada, la joven de 25 años se dirigió hacia el San Juan de Dios, donde tampoco iba a ser sencillo el trámite. En este sentido, afirmó: “Cuando se abrieron las puertas, alrededor de las seis de la mañana, se generó una situación de conflicto debido a la alta demanda”.

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