Asamblea solidaria por el cirujano agredido en el Hospital Rossi

Los profesionales de la salud exigieron mejoras estructurales para garantizar la buena atención de los pacientes y evitar situaciones de violencia, como la ocurrida la semana pasada 

En repudio al ataque que sufrió el cirujano Lucas Pourtau la semana pasada en el Hospital Rossi, la comunidad médica realizó ayer una asamblea en el hall del nosocomio de calle 37 entre 116 y 117. Además de mostrar solidaridad con el colega, los profesionales de la salud ampliaron el reclamo y exigieron las condiciones necesarias para que estos episodios no vuelvan a repetirse. 

De la reunión participaron médicos del Rossi y de otros hospitales, el presidente de la Agremiación Médica Platense, Martín Pedersoli, y representantes del Colegio de profesionales, entre otros. Durante la reunión se analizó el estado crítico del sistema de salud, se reconoció que este no fue un hecho aislado y se debatieron líneas de acción para el futuro. 

Además, pese a entender que nada justifica  reacciones violentas, los asambleístas intentaron dilucidar las formas de atención que, no obstante, pueden desencadenar situaciones como la de público conocimiento, por más controversiales que sean. En esta línea, deslizaron que tanto médicos como pacientes son víctimas de la situación que se vive en el hospital. 

En relación con este tema, el doctor Manuel de Battista expresó ante este medio su “solidaridad” con Pourtau, a la vez que reclamó por “las condiciones que nos vuelven víctimas a los profesionales, dado que no podemos dar respuestas médicas” 

Entendiendo que no es un problema de inseguridad lo que desató este episodio de violencia, De Battista explicó: “Acá tenemos cámaras, Policía Bonaerense y seguridad del hospital. Uno no puede estar atendiendo en el consultorio con un policía parado al lado. Reclamamos que se generen las condiciones óptimas para poder trabajar y para que la gente se pueda atender como se merece”. 

A una semana del ataque sufrido por parte de un paciente que estalló de ira cuando se le reprogramó una cirugía de vesícula por falta de anestesistas en el hospital, el cirujano Lucas Pourtau explicó que se encuentra físicamente bien, sin lesiones, “pero psicológicamente a uno lo afecta. Si estamos en el hospital es para otra cosa. Estos hechos de violencia se van sumando a una lista de cosas que se suceden en las guardias, en los consultorios, es algo lamentable”, resumió.

Para el cirujano, el hecho de violencia que le tocó padecer “no ha cambiado nada. Seguimos con la misma cantidad de cirugías por día. Estamos reprogramando gente y dando prioridad a pacientes oncológicos y urgencias”.