Balcarce: el milagro de una niña que nos enseña a vivir en la fe
Es “inquieta, curiosa y muy cariñosa”, la describe el periodista de un diario balcarceño. Bianca Marzano y su familia atravesaron diagnósticos duros, luego de que naciera con solo 700 gramos y le detectaran una cardiopatía congénita.
Llegó al mundo en Balcarce, tras 26 semanas de gestación. La llevaron urgente a Tandil y a un instituto privado de la Capital Federal. Hacían falta operaciones, todas de alto riesgo, pero sobre todo hacía falta un milagro cuando “su cuerpito apenas cabía en las manos de su mamá y sus huesitos hacían fuerza para traspasar una piel que no resistía”.
En Capital el diagnóstico fue devastador: “son muy pocas las chances de sobrevida”, oyeron sus padres Paola Mendoza y a Guillermo Marzano.
Hasta los cuatro años todos estuvieron entre la angustia, pero ella, el alma de la menor, iría tejiendo la recuperación. La última operación duró más de 12 horas. Desde aquella vez, Bianca traspasó el umbral del área de cirugía de la clínica en Buenos Aires con un juramento que sus padres no podían oír: no volver más a pasar por allí.
Hoy, a los 8 años, siendo controlada como rutina, mientras tiene algunas limitaciones en la alimentación y la actividad física, juega con sus hermanas, corretea, y no hay rastros de la enfermedad.