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Confirman que los denisovanos llegaron al sudeste asiático

Gracias al hallazgo de una muela se pudo saber más de esta particular especie, que es emparentada con los neandertales.

Un equipo internacional de investigadores logró descubrir en una escondida cueva en la cordillera Annamita, ubicada en Laos, una muela más que bien conservada. Según los expertos, este hallazgo puede ser catalogado como un tesoro prehistórico, dado que gracias a esto se pudo rescatar la historia de una niña denisovana de entre 3 y 8 años, que vivió aproximadamente hace 150.000 años atrás. De esta forma, esta se convierte así en la primera evidencia fósil de esta arcaica especie dentro del sudeste asiático, de la que se pensaba que solamente ocupaba buena parte de Asia central y oriental. Vale remarcar que hasta el momento solo se habían descubierto muy pocos restos fósiles de esta misteriosa especie, que suele ser emparentada al neandertal. Entre los restos encontrados hay una falange de dedo meñique y tres dientes. Es por esto último que tan poco se sabe al respecto de los denisovanos.

La morfología del hueso sugiere que se podría tratar de la primera o la segunda muela de una mandíbula inferior. El descubrimiento de la pieza de esta niña hallada en el yacimiento de Tam Ngu Hao ya fue publicado en importantes revistas científicas y los investigadores a cargo remarcaron: “Este descubrimiento corrobora que esta región era un punto crítico de diversidad para el género Homo, dado que se constata la presencia de al menos cinco especies durante el Pleistoceno medio a tardío: H erectus, denisovanos y neandertales, H floresiensis, H luzonensis y H sapiens”. Al lado del molar hallado, los expertos indicaron que también dieron con varios restos fosilizados de animales tales como rinocerontes, tapires y ciervos sambar.

“Estamos seguros de que es denisovano. Para confirmar aún más nuestros resultados serían útiles análisis genéticos, pero el ADN tiende a fragmentarse más rápida e intensamente en ambientes tropicales. Por esta razón, hasta ahora no se ha secuenciado ningún ADN antiguo de ningún ser humano del Pleistoceno”, destacó el coautor del estudio, Fabrice Demeter. Para conocer la antigüedad de la muela debieron utilizaron una serie de métodos de datación del sedimento que rodeaba al fósil en la cueva. A su vez, otro de los investigadores resaltó: “El molar que encontramos en Laos confirma que los denisovanos estaban presentes en esta región y podrían haberse encontrado con humanos modernos del Pleistoceno tardío. Este grupo tenía una gran flexibilidad de adaptación de regiones frías a cálidas, lo cual es una particularidad de los humanos modernos. Nuestro estudio muestra que los denisovanos se pueden encontrar en lugares inesperados, por lo que también se debe prestar atención a las regiones poco o nada exploradas, como el sudeste asiático continental”.

La primera prueba de existencia de esta especie fue en el año 2010 tras estudiar restos encontrados en Siberia. Hasta el momento se pensaba que la especie se encontraba solamente en la República de Altái y en el Tíbet. Dentro de lo poco que se sabe, se extinguieron hace 50 mil años. Su parentesco con los neandertales radica en su frente inclinada, en su cara alargada y en su pelvis ancha.

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