Delta AY.4.2 es la nueva mutación de la Covid-19: qué sabemos de ella

Detectada en Reino Unido, donde subió otra vez la curva de contagios, algunos la consideran una “Delta Plus”, aunque aún falta evidencia sobre su impacto y su comportamiento.

Un rebrote, aun con la población vacunada, propicia el surgimiento de mutaciones. Esos cambios son producto de “errores” que comete el virus cuando se replica entre nosotros. Las particularidades de cada mutación, totalmente impredecibles, son hijas del azar.

El SARS-CoV-2 y sus modificaciones son como un inmenso árbol con ramas grandes, medianas y ramas chicas. Esas ramitas eventualmente podrían transformarse en troncos, con sus ramas grandes medianas y chiquitas. Y así. A las más grandes se les dice linajes; a las medianas, cepas, y a las ramitas en los extremos, variantes.

Sin embargo, el virólogo e investigador principal del INBIRS-Conicet, Jorge Quarleri, apuntó: “En este momento podría decirse que estamos mirando el árbol Delta, que también se ramifica. Podemos imaginar a AY.4 como un tronco del cual, a medida que surgen variaciones en la genética y en sus proteínas, se distinguen distintos linajes: AY.4.1, AY.4.2”.

Lo correcto entonces sería definir a AY.4.2 como un linaje de la variante Delta. Por comodidad, se le dice subvariante, si bien por estas horas muchos están optando por la imagen de la “descendencia de Delta” o por el mucho más entrador “Delta Plus”. Pero, lo importante es que AY.4.2 podría terminar siendo rotulada como otra variante, de hecho, como una de preocupación. Si ocurre, seguramente recibiría su propia letra griega o algún modo simple de etiquetarla.

Se pueden leer todo tipo de titulares hiperbólicos sobre la AY.4.2. Algunos aseguran sin justificación que tiene una mayor agresividad; otros confirman su transmisibilidad aumentada, dando siempre por sentada la relación de causalidad entre esa subvariante y las curvas en alza en Inglaterra. Allí, la curva de casos no baja desde mayo, pero hace un mes los contagios explotaron notablemente. Al cierre de esta edición contabilizaban más de 45.000 por día (promedio semanal), un 36% más que los registros locales en el peor momento de la pandemia en Argentina. Muchos expertos están señalando que el alza de contagios se debe a una mayor contagiosidad de AY.4.2, subvariante que esta semana representó el 6% de los casos confirmados en Inglaterra.

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