El conflicto con los manteros, lejos de encontrar una solución

Ayer hubo nuevos operativos y cortes en el centro platense. Los vendedores ambulantes insisten en continuar con sus puestos durante las fiestas, pero la Comuna se muestra inflexible

A una semana de lo que fue el megaoperativo que incluyó a más de 300 efectivos policiales, las disputas generadas en torno a la venta callejera en el centro platense parecen no tener fin. Ayer, como una postal que se viene repitiendo sucesivamente desde hace una semana, los manteros volvieron a cortar el cruce de avenida 7 y calle 47 para poder llevar adelante su trabajo y evitar que agentes comunales les decomisen la mercadería. 

Fue como respuesta al accionar de una veintena de policías motorizados, camionetas de la Comuna y de Migraciones que recorrieron la avenida 7, calle 8, calle 12 y avenida 137 de Los Hornos para evitar que los vendedores desplegaran sus paños. Así, mientras los manteros se pasaron la mañana llevando sus pertenencias de un lado a otro, los agentes levantaron 6 puestos de venta ambulante. Según se informó, el operativo terminó con dos vendedores detenidos por “tentativa de hurto y resistencia a la autoridad”.

En este contexto, los vendedores tienen diferentes posturas frente a la propuesta municipal de capacitarlos para el trabajo en cooperativas o reubicarlos en una feria que se montaría en el mes de febrero, en las proximidades del Cementerio de la ciudad. Los puesteros tienen tiempo hasta hoy para presentar en el Palacio Municipal su proyecto para trabajar fuera del horario comercial. Según informaron voceros de la Comuna a este diario, hasta ayer los vendedores no habían llevado ninguna propuesta ante las autoridades.

“No hay negociación. El horario de venta fuera de lo que es el horario de comercio no nos sirve, porque no tenemos a quien venderle. Así que volvimos a cortar la calle para poder trabajar”, sentenció ante este medio el vendedor de frutas, Héctor Milone.

En torno a la situación que están viviendo, Milone se quejó: “Si pasamos dos meses sin trabajar no tenemos para cubrir los gastos de nuestros hijos. Algunos compañeros lloraban hoy porque no tienen con qué pasar la Navidad. Vamos a seguir así hasta el domingo para poder llevar un pan dulce a la mesa”. 

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