El drama de una escuela que, aunque quisiera, no podría iniciar las clases
El regreso de las chicas y los chicos a clases presenciales no solo depende de los protocolos sino de los recursos para contener la situación edilicia.
La situación edilicia de los colegios de la región preocupa casi tanto como la pandemia. A pocos días de definirse la vuelta a las clases presenciales, diversas manifestaciones pusieron sobre la mesa el mal estado de algunas de las instituciones educativas que hay en la comunidad. Uno de esos casos es el de la Escuela N° 61 de Ángel Etcheverry de 52 y 235, en el Oeste platense.
En diciembre de 2020 pasó algo que los directivos de la institución venían advirtiendo: se cayó el techo de tres aulas. Desde la escuela iniciaron reclamos en 2015 por la situación edilicia, denuncias que una y otra vez fueron desoídas:
“El 1° de diciembre del año 2020 se derrumbó el techo. Fue un milagro que no estuvieran los chicos porque si no hubiera sido un desastre. La situación es grave: podría haber habido lesiones o, incluso, podría haber acontecido la muerte de algún chico. No se trata de una cuestión menor. Es algo que tiene que resolverse a corto plazo”, dijeron a diario Hoy desde la institución.
El directivo consultado aseguró que la pandemia, paradójicamente, impidió una tragedia ya que el desplome de la mampostería sucedió en época escolar. Hasta que estalló la situación sanitaria en marzo del año pasado, al establecimiento concurrían alrededor de 900 alumnos.
“Nadie se hace cargo. Si bien en el año 2015 se presentaron determinados escritos ante los funcionarios que debíamos hacerlo, hasta la fecha no tuvimos respuesta. Los chicos directamente no van a empezar las clases porque no están en condiciones las aulas para estudiar”, remarcó.
Además, desde la institución enfatizaron: “Es debido y necesario que alguien tome este tema con la seriedad que se merece y que se resuelva. Si en su momento alguien se interiorizó de la situación, luego no dio respuestas definitivas porque todavía no hay techo: se cayó y quedó ahí. No solamente se necesita que alguien escuche la necesidad sino que se necesita que alguien responda y se resuelva lo más rápido posible”.
Por último, en diálogo con diario Hoy aseguraron que “en caso de que no se resuelva, los vecinos reclamaremos de otra forma, se cortará la ruta para que pueda hacerse más manifiesto este reclamo”.
Una situación generalizada
El pedido de la Escuela N° 61 de Echeverry se sumó en las últimas horas al de otras instituciones, como el emblemático Albert Thomas.
En el caso del colegio de 1 y 57, padres, alumnos y docentes denunciaron el deplorable estado edilicio que incluye bancos y pupitres deteriorados, techos agujereados y baños en pésimas condiciones. “La vuelta a las aulas es impracticable en estos momentos”, denunciaron a través de un video difundido en las redes.
La indignación también se hizo manifiesta en Berisso, más precisamente en la Escuela Secundaria Técnica N° 2, donde la comunidad educativa difundió imágenes en las que se ve cómo ingresa el agua de lluvia por las paredes y techos durante la jornada del lunes último.