El hombre de las dos caras

Un platense radicado en Nueva York trabaja como abogado de la ONU y triunfa como actor en Broadway. Tras estrenar su nueva obra, repasa su carrera y evoca momentos que lo hacen extrañar la ciudad

Bautista Logioco, durante gran parte del día, es el doctor Logioco, un abogado con­sagrado que provee asesoramiento a las Naciones Unidas para la consolidación de la paz en América Latina, África y Asia. Luego, cuando se saca el traje, se convierte en Bautista Duarte, un actor que participó en incontables obras de teatro, películas y que armó una productora. Así de ecléctico es este platense que tiene dos trabajos y dos nombres.

Tras pasar largas temporadas en Nicaragua y Colombia trabajando para la Organización de los Estados Americanos (OEA), se mudó a Estados Unidos, donde vive desde hace catorce años. Durante su formación, Bautista estudió Abogacía en la UNLP, se interesó en el Derecho Internacional Público y se especializó en prevenir conflictos armados de forma pacífica. 

Por su carrera y afán de ayudar estuvo en resonantes escenarios internacionales. Participó, por ejemplo, en la reconstrucción de Haití, tras el devastador terremoto que azotó la zona en 2010.  

“El Derecho siempre me pareció divertido e interesante, pero nunca una pasión”, dijo.

La verdadera vocación la encontraría arriba de las tablas. Hace ocho años, cuando se mudó de Washington a Nueva York para trabajar en el departamento de Operaciones de Mantenimiento de Paz de la ONU, decidió darse una oportunidad para descubrir sus aptitudes artísticas. “Me dije: estás en Nueva York, lo hacés acá o en ningún otro lugar”, recordó Bautista. Así fue como empezó a tomar clases de escritura y canto en escuelas prestigiosas. 

De esta manera, este entusiasta comenzó a volverse conocido tanto por su trabajo actoral en Broadway  como por su participación en obras cinematográficas de Estados Unidos y América Latina. 

En el circuito teatral de Nueva York dirigió y protagonizó la obra Re: Late/Able, reconocida por la crítica como una de las “mejores apuestas” del Festival Internacional Fringe de Nueva York en 2015. 

En cine participó de Cinco, una película producida por la cadena Fox. También coprotagonizó Home invasion y The fire, de Cody Michaels, rodadas en Nueva York y las montañas de Catskills, al sureste de esa ciudad, respectivamente.

Y, como si esto no alcanzara, junto con otros dos compañeros de Naciones Unidas y un escritor australiano fundaron Bedrock Productions, una compañía teatral que por estos días está estrenando la obra The Co-operatives, una comedia negra sobre las dinámicas de la vida moderna y la locura que se esconde detrás de la fachada de los tradicionales edificios de La Gran Manzana.

Aunque su vida en Nueva York le resulta fascinante, lo cierto es que cada vez que regresa a La Plata siente que “no importa cuán lejos y por cuán­to tiempo uno se vaya, mi lugar es mi lugar. Las veredas amplias, las diagonales, los tilos, el aroma de los naranjos en verano, los sábados en el club San Luis vien­do a mis sobrinos jugar, los asados, los amigos, la familia, todo eso tira demasiado”.

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