El Papa rompió el protocolo y realizó donaciones a un país africano devastado

La nación de Lesoto afronta una de las situaciones más graves como consecuencia del fenómeno “El niño”, razón por la cual el Sumo Pontífice puso especial atención en esta población en particular 

En un hecho inédito, el Papa Francisco donó 400.000 dólares al gobierno de Lesoto para afrontar las consecuencias que el fenómeno “El Niño” dejó en el país africano.

“El Papa en esta oportunidad quiso demostrar que sostenemos efectivamente lo que decimos”, aseguró el nuncio apostólico (embajador vaticano) Bryan Wells, al confirmar la donación al sitio online “African Independent”. “Se trata de un signo de amor a los pobres y marginados”, agregó Wells, quien agregó que el Pontífice pide por “reconciliación, diálogo y una resolución pacífica” de los conflictos que aquejan a la nación africana. 

Según el Nuncio, se trata de un “gesto muy significativo”, ya que la tradición papal es canalizar las donaciones a través de organismos internacionales de caridad o las conferencias episcopales locales. Wells, también representante Pontificio ante Sudáfrica, Botswana, Namibia y Suazilandia, explicó las terribles consecuencias que dejó el fenómeno climático en el país africano, provocando una escasez de agua, además de hambre y enfermedades en el contexto en el que la producción agrícola cayó un 62 por ciento en la última temporada.

Una tragedia masiva

El Niño ha causado un desastre social y ambiental en Lesoto. Casi medio millón de los 2,2 millones de habitantes del país atraviesan una grave crisis humanitaria que requiere la asistencia inmediata de la comunidad internacional.  

El país sufre una de las pandemias de SIDA más graves del mundo. Se calcula que la tasa nacional de prevalencia de esa infección es del orden del 31 por ciento, y en Maseru, la capital, de más del 40. La pandemia amenaza los sectores productivos de la economía, la prestación de servicios sociales y la totalidad de la estructura social de la nación.

Una práctica inusual

La Iglesia Apostólica no suele hacer este tipo de donaciones directas ya que esto puede verse como una potencial discriminación a otros eventuales problemas globales, pero la situación en Lesoto es tan grave que el protocolo ha sido dejado de lado, algo muy frecuente desde que Francisco llegó al trono católico. 

La contribución se dará a la conferencia episcopal local para paliar los efectos de la crisis. “Vamos a hacer visitas frecuentes para seguir las actividades de la Iglesia y del gobierno y verificar que el dinero efectivamente vaya a la asistencia”, expresó Wells. 

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