El peor final: los familiares de la tripulación no tienen consuelo

Con la finalización de la fase de rescate, los parientes de los tripulantes debieron enfrentarse con la noticia más triste. En medio del dolor, pidieron que no dejen de buscarlos

Antes de que el vocero de la Armada, Enrique Balbi, informara frente los medios de comunicación que se daban por finalizadas las tareas de rescate de los 44 submarinistas que se embarcaron en el ARA “San Juan”, desde dicha fuerza ya habían comunicado la decisión a los familiares. 

Así, mientras Balbi daba el parte ante la prensa, en la Base Naval de Mar del Plata ya habían aflorado las primeras muestras de desconsuelo. Unos diez familiares de la tripulación salieron del edificio del Casino de Oficiales abatidos por la confirmación de que es imposible que sus seres queridos se encuentren con vida.

Susana Álvarez, amiga de la familia del suboficial segundo Celso Oscar Vallejos, afirmó al salir de la Base: “Les quiero pedir a ustedes que insistan con que siga el rescate, porque hay familias con fe en que todavía hay gente con vida”.

Gran concurrencia

Ayer se desconocía la cantidad de familiares presentes en la Base a la que el ARA “San Juan” debía llegar desde Ushuaia, aunque el miércoles unas ochenta personas esperaron allí las noticias oficiales. 

Cabe destacar que muchos habían decidido volver a sus casas luego de que la Armada confirmara, el pasado jueves 23, que se había detectado un “evento anómalo y violento consistente con una explosión”, en la ruta que debía seguir el submarino.

Durante el día de ayer, la comunicación oficial se había postergado varias veces. A su vez, el retorno del buque noruego “Sophie Siem”, que transportaba al minisumergible norteamericano de rastreo, había generado diversos rumores y especulaciones, hasta que se in­formó que el motivo era una falla en una soldadura. En el comunicado oficial se destacó en dos oportunidades el hecho de que “se ha extendido hasta el doble el tiempo de posibilidades de rescatar a los tripulantes”. 

Esa información provocó el desgarro de sus seres queridos. Una mujer tuvo que ser contenida en un claro ataque de nervios. Tres autos en los que viajaban familiares, visiblemente afectados por la tragedia, inmediatamente abandonaron la Base. Ninguno quiso hablar con los periodistas.

Noticias Relacionadas