Suplemento especial- 134º aniversario de La Plata

El sueño se hace realidad

Fue un deporte lo que motivó la fundación del por entonces Club Atlético Estudiantes en 1905: el fútbol. Y, como todo equipo en esta actividad, el primero de los objetivos de los socios fundadores fue consensuar con las autoridades un predio para establecer la cancha.

La primera de todas, la única hasta el traslado definitivo a 1 y 57, funcionó en los terrenos de la actual Plaza Malvinas, a partir de una cesión de Juan Félix Tettamanti, allí donde alguna vez se levantó el Regimiento 7 de Infantería. El Pincha lo inauguró en ese 1905 con un triunfo por 2 a 0 ante Nacional Juniors.

Recién en 1907, a través de las gestiones del entonces presidente Nazario Roberts, el club consiguió que el gobierno provincial le cediera los terrenos ubicados en 1 y 57, donde se levantaba el Velódromo local, en el corazón del Bosque. El escenario fue inaugurado el 25 de diciembre de ese año, con una gran fiesta popular que incluyó distintas orquestas. No hubo partido, pero sí una gran vocación por tan decisiva iniciativa. El estadio tenía capacidad para 2.000 espectadores y un sector exclusivo para las mujeres. 

La primera ampliación fue la construcción de una casilla que fue utilizada como vestuario, lugar de oficinas y hasta depósito. Ya en 1911 llegaría la histórica tribuna con techo, con estructuras de madera (la primera con esas características en el país), la misma que en 1960 se incendió y fue reemplazada por la platea techada, que se utilizó hasta el cierre del estadio en 2005.

Grandes obras de engrandecimiento se produjeron bajo la presidencia de Jorge Luis Hirschi, exfutbolista que en el mandato de Mariano Mangano sería homenajeado: el histórico estadio lleva su nombre. 

Con Hirschi al mando, entre 1927 y 1932 se colocaron más de cien metros de gradas con diecisiete escalones. Además se levantó la pileta de natación reglamentaria detrás de la tribuna oficial, como también el alambrado olímpico y el viejo buffet  estilo Tudor, que se mantuvo en pie hasta la demolición de 2007. Después llegaría la iluminación artificial, una obra de vanguardia que Estudiantes puso en marcha en 1937, colocándose entre los emprendimientos más importantes de los clubes de Sudamérica.

A 109 años de haber llegado al Bosque, a la emblemática esquina de 1 y 57, la cancha se prepara para su reinauguración definitiva; se trata de un estadio de avanzada.

“El sueño se hace realidad...”.

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