En 517 y 117 deben bañarse en la esquina, con la manguera del barrio
Un grupo de vecinos del lugar se autoconvocó y reclamó por la falta de agua. “La única manera de que los chicos puedan bañarse es con la manguera que sacamos del piso de la esquina”, confesó Norma a diario Hoy.
Con el paso de los días y lejos de mejorar, los problemas de falta de agua siguen golpeando y afectando a decenas de familias de la región. Tal como había informado este diario en diciembre en el Nuevo Barrio, ubicado detrás del Mercado Regional, la situación se agravó con los primeros calores del 2021.
Los vecinos tuvieron que tomar la dramática decisión de hacer fila para higienizarse al aire libre. Para ello utilizan una manguera que pudieron conectar a los caños del único lugar en donde hay presión y sale agua, justo en la esquina de 117 y 517.
Hasta allí suelen acercarse, generalmente de tarde, madres, abuelas y tías con niños pequeños que toman turnos para bañarse. Así lo hacen, un poco jugando a anticipar el carnaval, pero más que nada con la necesidad de mantener limpios a los más chicos, que no entienden de conexiones, de caños rotos o de falta de inversión por parte de la empresa que debe garantizar el servicio.
“Estamos podridos de que nadie responda por nosotros. El delegado no aparece y tuvimos que conectar una manguera los vecinos. Nosotros parece que estamos abandonados en esta zona de La Plata y algunos hombres del barrio tienen que ponerse a arreglar las lámparas de las luminarias y conectarse a los caños que tienen agua”, comentó indignada una de las vecinas que se juntaron en la mencionada esquina y que recibieron al diario Hoy para explicar la problemática.
Micaela es madre de dos hijos y vive sobre la 518, a menos de cien metros de la salida comunitaria del barrio. Reconoció que desde el año pasado no pasa nadie a ofrecer una solución en esta zona de nuestra ciudad. “Estamos con chicos que necesitan hidratarse y también mantenerse limpios. Pero acá sobran los desbordes cloacales y falta el agua para lavarlos”, agregó.
Carlos, otro de los vecinos que acudió al lugar, ante la presencia de este medio en el lugar de los hechos comentó: “En la esquina de 117 y 518 no hay presión y apenas de noche sale un hilito de agua que no alcanza. Acá tenemos que usar chapas para tapar las pérdidas y nos tenemos que arreglar como podemos entre nosotros para conseguir agua. Pero no podemos seguir viviendo así”.
Los frentistas están muy molestos no solo por la falta de suministro sino también por el olor nauseabundo de los derrames de los desagües. Estas mismas personas se habían juntado en su momento para organizarse por las faltas de luminarias en la esquina de 118 y 517.