Medusas: del miedo a su picadura a la incorporación en la gastronomía
A través de una encuesta, investigadores del Conicet buscan conocer la actitud de las personas frente al consumo de aguas vivas como alimento.
En varios países de Asia, las medusas o aguas vivas son parte de platos cotidianos desde hace miles de años. Este alimento que provee el mar posee la virtud de ser muy dúctil a la hora de servirse a la mesa, aunque la forma más común de encontrarlo es en sopas o en ensaladas.
Actualmente, un equipo de investigadores del Conicet evalúa, a través de una encuesta virtual, la posibilidad de instalar el consumo alimenticio de medusas en América Latina.
Según Agustín Schiariti, investigador del Conicet en el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), quien está a cargo de la investigación, el comercio de medusas sería beneficioso para el desarrollo económico de comunidades pesqueras artesanales de la Costa Atlántica bonaerense.
“En Argentina hay una especie de medusa que tiene potencial comercial, y se pescaría entre Pinamar y San Clemente del Tuyú durante el verano, justamente en la temporada en la que hoy en día los pescadores artesanales tienen menos trabajo”, detalló.
Las medusas, también conocidas como “aguas malas”, generalmente están asociadas al peligro de ser picado en la playa.
Sin embargo, “hace algunas décadas comer sushi era algo extraño, generaba asco o temor por lo crudo, pero hoy lo consume mucha gente”, comparó Agustín Schiariti.
El tejido de la medusa está conformado en un 95% por agua: a este predominio se le debe el nombre de “agua viva”. Ahora bien, en las especies comestibles el 5% restante es en general proteínas, mayormente colágeno.
La encuesta se encuentra en el sitio https://pollenzo.qualtrics.com/jfe/form/SV_79ZthP8fbwR8zpb y forma parte de un estudio llevado a cabo por la Universidad de Ciencias Gastronómicas (Pollenzo, Italia), el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep, Argentina) y la Universidad de San Pablo (USP, Brasil).