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En el mundo ya “plantan” árboles artificiales para purificar el aire

Los artefactos, que ya funcionan en México, Turquía, Colombia, Panamá y próximamente en España, limpian el aire a través de microalgas que captan la contaminación.

De México para el mundo. Un equipo de ingenieros mexicanos creó BioUrban, una especie de árbol artificial que, al igual que lo hacen las plantas naturales, absorbe la contaminación y devuelve aire limpio. Se prevé que en 2022 haya 300 unidades distribuidas por toda Latinoamérica.

El diseño consiste en una estructura metálica que imita la forma de un árbol, aunque más bien parece una torre modernista, que capta la contaminación del aire a través de microalgas. Éstas, por medio del proceso de fotosíntesis, los 365 días del año devuelven el aire limpio a la atmósfera. Anualmente, el dispositivo captura entre 40 y 60 toneladas de CO2.

“Lo que hace este sistema, a través de la tecnología, es poder inhalar esa contaminación y luego utilizamos a la biología para que realice el proceso natural como lo realiza un árbol”, explicó Jaime Ferrer, fundador de BiomiTech, la joven empresa detrás de BioUrban.

Un dato que no deja de sorprender es que uno solo de estos dispositivos hace la labor de unos 368 árboles reales, según detallaron los creadores. No obstante, el invento no busca reemplazar a los árboles reales, sino complementarlos. En cuanto a sus dimensiones, el artefacto tiene una altura aproximada de cuatro metros y casi tres metros de diámetro.

Es sabido que el calentamiento global tiene origen, entre otras causas, en la liberación a la atmósfera de gases de efecto invernadero, entre ellos el dióxido de carbono. El sistema de purificación de BioUrban trasforma en oxígeno este compuesto contaminante y otros como el monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y PM (10 y 2.5).

Además, por sus características, el árbol artificial desarrollado en Latinoamérica puede estar ubicado en zonas donde es difícil reforestar. Puede instalarse “en lugares de alta afluencia peatonal, vehicular, de ciclistas, de terminales de transporte, donde no se puede plantar una hectárea de árboles”, precisó Ferrer.

En mayo de 2019, las autoridades de Ciudad de México se vieron obligadas a suspender clases en escuelas y a restringir actividades al aire libre porque se disparó un alerta ambiental debido a los altos niveles de contaminación detectados. Se trata de una de las capitales más contaminadas de la región aunque no la única: según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren en el mundo unas siete millones de personas debido a la contaminación atmosférica.

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