Educación ambiental, desarrollo de la ciencia e impulso del turismo

Los Parques Nacionales constituyen las áreas naturales protegidas más importantes de Argentina. Conservan la biodiversidad y los ecosistemas; protegen yacimientos paleontológicos y arqueológicos; promueven la educación ambiental; desarrollan la investigación científica e impulsan el turismo de naturaleza”, afirmó Daniel Somma en diálogo con este multimedio.

El flamante presidente de la Administración de Parques Nacionales es ingeniero agrónomo egresado de la UBA y doctor en Ciencias Ambientales, por la Universidad de Wageningen, de Países Bajos.

—¿Qué avances relevantes se hicieron durante 2020?
—Se ha avanzado en un modelo de desarrollo institucional enfocado en constituirse como una Agencia Nacional de Conservación, que se vincule con los demás organismos del Estado nacional incorporando la ciencia y la tecnología como componentes centrales de la toma de decisiones en todos los niveles. En tal sentido, el Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología aprobó el ingreso de Parques Nacionales a este espacio por unanimidad. Además, se creó el Consejo Asesor de Ciencia y Tecnología de la APN. Más allá de las particularidades especiales del año 2020 y aún con los parques cerrados al uso público durante más de ocho meses, cada unidad de conservación se sumó a la contención y colaboración para atender la emergencia social, económica y sanitaria con el objetivo de hacer llegar a los habitantes de las áreas protegidas la asistencia necesaria.

—¿Cuál es la importancia de la educación ambiental?
—La educación y la concientización ambiental encuentran en las áreas protegidas magníficas “aulas” abiertas, para promover nuevos enfoques en los ciudadanos que disfrutan de la experiencia de transitar la naturaleza en ecosistemas especialmente protegidos. La intención es que cada persona que visite un parque nacional regrese a su hogar habiendo comprendido que cada acción cuenta para proteger el ambiente de cada territorio y sus culturas.

—¿Se pueden visitar?
—Hasta el día de hoy, hay 28 áreas protegidas abiertas al público con diversos niveles o etapas de reapertura, que dependen de las diferentes fases epidemiológicas determinadas por las autoridades sanitarias de las provincias. El turismo es pilar fundamental de la recuperación económica de las localidades cercanas a las áreas protegidas, por esta razón se tomaron medidas de protección para dar resguardo a las fuentes de trabajo de quienes brindan servicios en los parques. A partir del proceso de reaperturas progresivas se habilitaron senderos para caminatas, ciclismo, áreas de uso diurno (playas), actividades náuticas, navegación a motor, rafting, excursiones diferenciales, prestadores de servicios recreativos (kayak, cabalgatas, bicicletas), pesca deportiva, caza deportiva en cotos habilitados, servicios de gastronomía, excursiones lacustres, excursiones terrestres, acampe, refugios de montaña y alojamientos en general.

—¿Qué desafíos hay para este 2021?
—Fortalecer nuestra presencia institucional en las áreas marinas protegidas es uno de los principales
desafíos; la incorporación de la primera nave oceanográfica de gran porte a la flota de la APN, como es el Buque Capitán Oca Balda, que nos transfiere el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero. En articulación con el Proyecto Pampa Azul, vamos a sumarnos a las campañas planificadas con nuestra propia nave, que en breve estará siendo alistada para esta nueva función en el Astillero Río Santiago. Seguiremos gestionando con el mismo entusiasmo del principio.