Energías renovables: el camino hacia un planeta con futuro

Si bien muchos países esperan cumplir sus metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en este 2020, aún hacen falta mayores esfuerzos para mitigarlos.

De acuerdo al servicio Copernicus, coordinado por la Comisión Europea sobre el cambio climático, noviembre de 2020 fue el mes más caluroso jamás registrado en el mundo, con un promedio de 0,13 grados más alto que el récord anterior.

El período 2015-2020 alcanzó temperaturas históricas, con cifras que acercan al planeta al primer umbral fijado por el Acuerdo de París. El pacto, firmado en 2015, contó con el aval de 200 países, los cuales se comprometieron a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y contener el aumento de las temperaturas por debajo de los 2°C para limitar su impacto, ya que podría derivar en desastres naturales como tormentas o sequías.

Frente a este desafío, el desarrollo de energías renovables pasó a ocupar un lugar en cuanto a los objetivos de las autoridades globales.

En este sentido, la oficina de Naciones Unidas abocada al cambio climático reveló que de 1990 a 2018 los países desarrollados disminuyeron un 13% las emisiones de estos gases y esperan cumplir sus metas dirigidas a la reducción de emisiones para 2020. Pese a estos registros, el organismo internacional destacó que aún se necesitan mayores esfuerzos para aplicar medidas destinadas a mitigar las prácticas que dificultan alcanzar estos objetivos.

En lo que respecta al desarrollo nacional, cabe destacar que en octubre, las energías renovables cubrieron el 12,7% de la demanda energética argentina, habiendo aumentado su producción en un 66% más que el año pasado.

De acuerdo a la Ley 27.191, la meta de cara a 2025 es cubrir el 20% de la red nacional de energía con tecnologías libres de emisiones. “Si se sigue avanzando con los parques eólicos como se hizo hasta ahora, yo creo que para el 2025, máximo 2026, estaríamos cumpliendo con ese porcentaje”, aseguró a diario Hoy Héctor Pagani, presidente de la Asociación Argentina de Energía Eólica (AAEE).

“La eólica se caracteriza por no tener emisiones de dióxido de carbono, es una energía limpia. Los costos han mejorado muchísimo, en 2012, 2013, cada megawatt/hora costaba entre 113 y 130 dólares. Hoy estamos hablando de 40 o 50 dólares”, añadió.

En concordancia con Pagani, la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) estima que debido a esta reducción de costos, en la próxima década, las energías renovables superarán al carbón como el principal responsable de la generación de electricidad en el mundo.

Según la IEA, la energía solar fotovoltaica podría cubrir el 80% de la matriz energética global si las autoridades gubernamentales toman las medidas necesarias para reducir el uso de recursos que dañan el medio ambiente.

Si bien hay grandes reservas de combustibles fósiles, la tecnología para extraerlo es muy costosa, motivo por el cual las energías renovables comenzaron a competir de igual a igual con estos recursos históricos.

Al ser consultada por este multimedio, Judith Franco, integrante del Instituto de Investigaciones en Energía No Convencional (Inenco) y presidenta de la comisión directiva de la Asociación Argentina de Energías Renovables y Ambiente (Asades), destacó: “El potencial de las fuentes de energías renovables, ya sea la eólica en la Patagonia o la solar en nuestra Puna jujeña, pueden generar la suficiente energía eléctrica como para proveer a Argentina y hasta llegar a exportar”.

“Se podría llegar a abastecer al país en un 80-90% con fuentes renovables, tenemos que apuntar a eso. Uno primero tiene que plantear la utopía y después ver cómo se llega”, aseguró Franco.

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