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Especialistas advierten sobre el relajamiento social y la “euforia posvacunación”
Silvia González Ayala, infectóloga pediatra y profesora titular de la cátedra de Infectología de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP, habló en exclusiva con este diario.
La segunda ola de coronavirus parecía algo inevitable. Al observar la experiencia de la gran mayoría de los países del hemisferio norte, especialistas de diferentes ramas de la Medicina advertían sobre la importancia de controlar el cumplimiento de las medidas sanitarias, sobre todo durante la temporada de verano, donde hubo una circulación de personas insospechada en mayo del año pasado.
En julio de 2020, las autoridades sanitarias del Viejo Continente esperaban que la segunda ola llegara en otoño, pero el rebrote exponencial se adelantó a fines de agosto, sobre el cierre del verano.
“A nosotros nos pasó exactamente lo mismo, porque los casos empezaron a aumentar a fines de febrero y siguieron en un aumento sostenido hasta alcanzar este ascenso vertical que hemos tenido la semana pasada”, dijo a diario Hoy la doctora Silvia González Ayala, profesora titular de la cátedra de Infectología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Este año, a diferencia de lo que sucedía en 2020, el mundo cuenta con proyectos vacunales de alta efectividad, fundamentales para evitar formas graves de Covid-19, internaciones en unidades de cuidados intensivos y, por sobre todas las cosas, muertes.
A pesar de que la Argentina ya comenzó a administrar dosis de diferentes inoculantes, la relajación de la población y la falta de cuidados de las personas que ya recibieron la primera inyección forman una bola de nieve imposible de controlar.
“Hemos visto la crisis de euforia posvacunación. Hay un concepto mágico de la vacuna, pero la gente tiene que saber dos cosas: primero, que la vacuna tarda de dos a tres semanas en producir defensas y segundo, que las primeras dosis brindan defensas parciales. La vacuna es una cosa más, pero tenemos que mantener las medidas de protección personal en esta situación”, sostuvo la infectóloga pediátrica.
En mayo de 2020, Argentina registró un aumento de casos exponencial. Hoy, un año después, “estamos en la misma situación”. Ya está bajando la temperatura y no aprendimos de lo que pasó. No digo solo del hemisferio norte, sino también de lo que se ve en Brasil desde noviembre del año pasado”, agregó la especialista.
En este sentido, González Ayala remarcó la importancia de respetar las medidas de protección para frenar el aumento de casos y evitar la aparición de nuevas variantes de coronavirus.
“Algunas de las variantes nuevas son de mucha preocupación, como por ejemplo la su-dafricana, que ya está en territorio brasileño. Hasta ahora no ha sido identificada en Argentina, pero hay que tener cuidado, porque es una variante que se caracteriza por el escape a nuestra defensa, lo que se llama el escape inmune”, señaló.
Esta característica implica que los anticuerpos inducidos por las vacunas que llegan a Argentina no funcionan para esta cepa. “La vacuna de Oxford-AstraZeneca, que fue la primera que se estudió en la variante sudafricana, apenas evita el 10% de los casos. Eso la vuelve una vacuna no útil”, añadió la especialista.
Hoy en día, el sistema sanitario debe luchar, además, contra los contagios del equipo de salud. “En una situación tan crítica, con 100% de porcentaje ocupacional, esto tiene muchísimo peso, porque se reducen los equipos. Se trabaja en células o burbujas, entonces esto es una situación crítica”, concluyó.
Piden a toda la población no descuidar el calendario de vacunación
En 2020, el miedo que se desprendía de la pandemia llevó a que muchos argentinos se saltearan el cronograma de vacunación y no recibieran las dosis necesarias para prevenir enfermedades como la gripe.
En el marco de la Semana Mundial de la Inmunización, las entidades médicas piden “reforzar todas las actividades de vacunación” que están por fuera del coronavirus.
“El 14 de abril empezó la campaña de vacunación antigripal y tenemos un problema con los adultos”, explicó González Ayala. El conflicto radica en que muchos mayores de 65 años, que forman parte del calendario de inmunización contra la gripe, no saben si vacunarse o no, teniendo en cuenta que son candidatos a recibir las dosis contra la Covid-19.
En este sentido, la especialista sostuvo que “lo ideal es priorizar la vacuna de la Covid-19”. “Se recomienda que se vacunen si pasaron dos semanas o más. Después tienen que pasar otras dos semanas hasta recibir la segunda dosis”, agregó.
En caso de no tener un turno para recibir la vacuna contra la Covid, la doctora recomendó no retrasar la administración de la antigripal, aunque destacó que “no es algo fácil, hay que conversarlo individualmente”.
La vacuna antigripal puede ser recibida de manera gratuita por personal de salud, personas mayores de 65 años, mujeres embarazadas y/o que hayan dado a luz hasta 10 días antes del momento de darse la vacuna, niños/as de 6 a 24 meses,
personas de 2 a 64 años inclusive con factores de riesgo y personal considerado estratégico.