Habló el ex combatiente de Malvinas nominado al Nobel de la Paz

Julio Aro trabaja para identificar a sus camaradas caídos en Darwin. Esta mañana aseguró que "el mayor premio ya lo hemos recibido, y es ese beso y ese abrazo de una madre que recuperó a su hijo".

El excombatiente de Malvinas Julio Aro, nominado ayer al Premio Nobel de la Paz, aseguró hoy que "el mayor premio ya lo hemos recibido, y es ese beso y ese abrazo de una madre que recuperó a su hijo".

En declaraciones a Télam Radio sobre su postulación, que comparte con el excombatiente británico Geoffrey Cardozo por su labor de identificar a los soldados enterrados en el cementerio malvinense de Darwin, dijo que ambos están "totalmente orgullosos y felices por esta postulación, como si estuviéramos en una nube".

"No podemos creer que tenemos cientos de llamados de las mamás que perdieron a sus hijos porque hemos representado la voz y la cara de sus hijos", remarcó Aro, titular de la fundación No me Olvides.

"Ojalá que esto sirva para seguir malvinizando y para seguir buscando a los siete compañeros que aún nos faltan" identificar en Darwin, apuntó.

El excombatiente argentino empezó a impulsar la tarea de identificación de sus camaradas muertos y enterrados en Malvinas después de visitar el cementerio de Darwin, donde vio que casi la mitad de las tumbas estaban identificadas con la leyenda "soldado argentino solo conocido por Dios".

Entonces comenzó a reunirse con veteranos de guerra británicos y conoció a Cardozo, el soldado inglés que había recogido los cadáveres de los argentinos y proporcionó información que fue central para la identificación.

A raíz de ello surgió la fundación "No me olvides", mediante la cual se desarrollaron las tareas para lograr la identidad de los caídos argentinos en las islas del sur.

Hasta el momento se logró identificar a 115 caídos en combate, con el trabajo de la Cruz Roja Internacional y el Equipo Argentino de Antropología Forense.

"Desde lo más profundo de mi corazón, les digo gracias a todos por estar siempre para ayudarnos en cada momento en que lo necesitamos", afirmó Aro.

"El mejor premio Nobel ya lo hemos recibido, y es ese beso y ese abrazo de esa madre que acaba de recuperar a su hijo", concluyó.