Hartos de la inseguridad, repartidores coparon el centro platense
Son víctimas fáciles de la delincuencia, y uno de ellos resultó baleado durante un salvaje robo. Exigieron mayor patrullaje.
Agentes corriendo de un lado para el otro. Personas que miraban asombradas y repartidores que juntaban dinero para ir a comprar neumáticos viejos a una gomería y prender fuego para cortar la calle. Todas estas fueron escenas que se vivieron ayer al mediodía en el epicentro de la ciudad de La Plata, en donde los repartidores que trabajan para las diferentes aplicaciones, muchos nacidos en la ciudad y otros tantos que llegaron de otros países a ganarse el sustento, reclamaron por seguridad y respuestas de parte de los empleadores.
El primer grupo se juntó en calle 12 entre 51 y 53, minutos después de las 12. A ellos se les fueron sumando los trabajadores de otras aplicaciones que suelen llevar y traer comida durante los fines de semana.
Los jóvenes, en su mayoría con motocicletas y bicis, también discutieron con choferes de colectivos, quienes tenían que realizar extrañas maniobras, haciendo marcha atrás en 51 entre 11 y 12 para poder readecuar el recorrido.
El reclamo apuntó básicamente a lograr mayor seguridad por las calles de la ciudad, en especial los fines de semana por la noche, cuando se incrementa la actividad por la cantidad de pedidos para llevar comida a domicilio.
Gonzalo, uno de los referentes de la protesta que alteraron el tránsito en el mediodía de la ciudad, aclaró que “muchas veces, cuando uno se acerca a un patrullero para decir que lo vienen siguiendo o le robaron, se relativiza la situación. Es como que no se tienen muy en cuenta. El sábado, la gota rebasó el vaso, porque a un compañero lo balearon, y decidimos salir a reclamar”, comentó.
La protesta, además, hizo eje en la responsabilidad laboral que no se cumple por parte de los representantes de las aplicaciones Rappi o Pedidos Ya (solo por citar algunas), dentro del país y en la ciudad.
Se calcula que hay más de 2.000 repartidores en toda la región, y cada vez que hay un accidente o le roban a uno de ellos, las empresas no otorgan una respuesta efectiva para los trabajadores.
“Estamos en la calle, y cada vez que pasa algo, nosotros nos tenemos que arreglar o defender solos. El método de contratación permite que haya una flexibilización laboral notoria desde el primer contacto con la aplicación”, comentaron desde el grupo que se juntó ayer en Plaza Moreno.
Después de las 13, la protesta se trasladó por las calles de la ciudad, en donde los repartidores hicieron escuchar los bocinazos de las motos hasta la zona de Plaza San Martín. Allí estuvieron durante las primeras horas de la tarde sobre 51 entre 5 y 6, haciendo visible el reclamo y aguardando por respuestas para el sector, que tienen que ver con el compromiso del Estado para regularizar la actividad y comprometer a las aplicaciones a hacerse cargo de las cargas sociales, y el lucro cesante cada vez que un trabajador es asaltado y sufre lesiones, o en el caso de los accidentes de tránsito.