Historia de la primera radiografía
En un primer momento, el hallazgo provocó una estruendosa controversia, se consideraba que violaba la privacidad
Fue al descubrir que si sostenía un aro de plomo podía ver los huesos de la mano de su esposa, Anna Bertha Ludwig, que Roentgen decidió tomar esa placa fotográfica que revelaba cada uno de los huesos. Ese haz de luz capaz de atravesar la materia se llamaría rayos X, y le valdría al descubridor, en 1901, el primer Premio Nobel de Física.
En un primer momento, el hallazgo provocó una estruendosa controversia, se consideraba que violaba la privacidad, y no faltó quien calificara a la radiografía como “invento del demonio”. La ciencia y el tiempo terminarían imponiendo la cordura.