Investigadores argentinos analizan el impacto del clima en la transmisión de la Covid

De acuerdo a un estudio liderado por especialistas del Conicet, la UBA y la Fundación Instituto Leloir, los lugares de baja humedad relativa se asocian a una mayor cantidad de casos positivos de coronavirus.

En noviembre del año pasado, a medida que aumentaban de manera exponencial los casos de Covid-19 en diferentes regiones de Europa y Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advertía que los niveles extremos (muy altos y muy bajos) de humedad creaban las condiciones ideales para que el virus aumente su expectativa de vida.

Ahora, un equipo liderado por investigadores del Conicet, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Fundación Instituto Leloir (FIL) llegó a la conclusión de que los “eventos de muy baja humedad relativa”, es decir, menores al 40%, están asociados a un “incremento abrupto de casos positivos del 20%”.

De esta manera, el análisis de los especialistas argentinos contradice lo expuesto por María Van Kerkhove, epidemióloga líder de la OMS, que seis meses atrás decía que los niveles muy altos de humedad favorecían la circulación de las gotitas respiratorias, permitiendo que se mantengan suspendidas en el aire.

“Lo que nosotros estudiamos son las variaciones que se dieron dentro de la onda de contagios; el pico de contagio se da por múltiples variables que van desde el comportamiento social (uso de barbijo, distancia y ventilación) hasta la inmunidad de las personas, ya sea por infección previa o por vacunación”, explicó el físico e investigador del Conicet, Emilio Kropff.

“Hecha esta aclaración nosotros no estudiamos el comportamiento de la curva en general, sino que correlacionamos las variaciones más pequeñas que se dan en la onda grande de contagios con la humedad”, agrega el especialista.

Para llegar a estas conclusiones, el equipo analizó la relación entre los casos de Covid-19 y diferentes variables meteorológicas en la Ciudad de Buenos Aires entre marzo y noviembre del año pasado. De las ocho opciones estudiadas, solo una presentó variaciones vinculadas a la pandemia: la humedad.

Al analizar las fluctuaciones de estas variables y la evolución de los contagios durante el invierno pasado, los investigadores detectaron que la humedad relativa podía ser utilizada para predecir variaciones en el número de personas con síntomas de Covid-19 hasta cinco días antes.

“Además, en invierno, la humedad interior (que no suele medirse) podría ser más baja que la exterior por dos factores: la calefacción y la falta de ventilación”, agregó Kropff, en relación a lo observado en los meses más fríos del año.

En este momento, los especialistas argentinos aguardan la revisión de pares internacionales para poder publicar el trabajo realizado en conjunto con expertos del Virginia Tech y la Universidad de Colorado, en Estados Unidos.

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