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La estrecha relación entre el nacimiento de la universidad y la capital bonaerense
La UNLP nació pocos años después de la fundación de la ciudad de La Plata. Por sus unidades académicas pasaron destacados profesionales de todos los ámbitos.
La historia de la UNLP tiene una íntima relación con el nacimiento de la capital bonaerense, que en la jornada de hoy celebra 141 años desde su fundación. Esto se debe a que los jóvenes habitantes de la flamante y moderna ciudad vieron la necesidad de contar con un espacio de formación para los nuevos habitantes.
Según Fernando Barba, autor del libro Historia de la Universidad Nacional de La Plata, el nacimiento de la prestigiosa casa de altos estudios comenzó para fines del siglo XIX, con el impulso del senador bonaerense Rafael Hernández.
Más tarde, el 27 de diciembre de 1889, se sancionó la Ley que le daba sustento; pero se cumplió recién en febrero de 1897, cuando el gobernador Guillermo Udaondo decretó la construcción de la UNLP.
Dardo Rocha, el fundador de La Plata, fue el primer rector de la universidad, que en sus inicios comenzó con las facultades de Derecho, Fisicomatemáticas y Química, además de la Escuela de Parteras.
“La universidad funcionó entre 1897 y 1905 en condiciones precarias por falta de recursos materiales y elementos para la enseñanza. Durante el transcurso del año 1904, la evidente decadencia de la universidad provincial no escapaba a la visión de intelectuales y políticos, y esto se reflejaba principalmente en la escasa concurrencia de sus aulas”, explicó el estudioso.
Ese último año, el ministro Joaquín González propuso que se nacionalizara, con el fin de que la capital de la provincia de Buenos Aires tuviera una entidad académica con foco en la investigación, la extensión universitaria, el intercambio permanente de profesores con los centros de excelencia del extranjero y la necesidad de la educación continua.
Para septiembre de 1905, ya se había sellado el acuerdo que se ratificó por ley y dio nacimiento a la universidad nacional.
“Los principios de respeto, libertad y justicia que impulsaron el movimiento de la Reforma Universitaria de 1918, encontraron eco no solo en la comunidad universitaria platense sino en toda la comunidad universitaria latinoamericana. No podía ser de otra manera cuando los contenidos educativos a impartir coincidían con el nuevo paradigma de la universidad reformista, basada en el apoyo empírico de los conocimientos y el alejamiento de todo dogmatismo”, enfatizaron desde la UNLP.