Ernesto Alonso, excombatiente e integrante del Cecim La Plata

“La Guerra nos alejó del reclamo por la soberanía”

En un nuevo aniversario del conflicto bélico, un excombatiente e integrante del Cecim La Plata repasó su historia, habló de las asignaturas pendientes y expresó su preocupación por el actual “desinterés” gubernamental sobre el archipiélago. Además, explicó las secuelas en la región

Pasó -como escribió Jorge Luis Borges- en un tiempo que no podemos entender. Aún hoy, a 35 años del inicio de la Guerra de Malvinas, hay heridas e interrogantes que permanecen abiertos.

“Todavía falta mucho para acercarnos a la recuperación definitiva de los territorios usurpados y para que se salden las deudas con aquellos que participamos en el conflicto bélico contra Gran Bretaña que la Dictadura Militar decidió emprender el 2 de abril de 1982”, aseguró a diario Hoy el secretario de Relaciones Institucionales del Centro de Excombatientes de las Islas Malvinas (Cecim) filial La Plata, Ernesto Alonso.

Oriundo de Villa Elisa, con 18 años y recién egresado de la ENET nº 4 “Juan Bautista Alberdi”, en marzo de 1981 fue llamado a hacer el servicio militar obligatorio en el Casino de Oficiales del Regimiento 7 de Infantería “Coronel Conde”, que hasta el final del conflicto funcionó sobre la actual Plaza Islas Malvinas, para luego mudarse a Arana. 

“Yo ya me tenía que ir de baja, pero nos agarró la guerra. Jamás se había comentado entre los militares la posibilidad. En los lugares donde hacíamos guardia se nos mostraba la foto de un joven de anteojos, barba y pelo largo, es decir, lo que había que combatir era el enemigo interno. De repente apareció la Guerra de Malvinas, algo para lo que las Fuerzas Armadas no estaban preparadas”, recordó Alonso.

“Van al sur”: la incierta y ambigua orden militar que recibieron los conscriptos del Regimiento 7 todavía retumba en la memoria de Alonso al reconstruir aquellas jornadas de abril de 1982, en las que tuvo que empacar y despedirse de sus familiares en el histórico portón verde de calle 19. 

“El sur para mí era Río Gallegos, pero fue al llegar allí cuando nos enteramos de que íbamos a cruzar hacia las islas”, recordó sobre aquella juventud armada, de la que pudo haber escapado “si a la Junta Militar no se le hubiera ocurrido embargar el futuro de los argentinos con esta acción bélica que, lejos de ayudar a la recuperación, nos alejó todavía más”. 

En los tiempos de la censura permanente, Alonso supo que viajaría a las islas días después del desembarco argentino y del arrebato del presidente de facto Leopoldo Fortunato Galtieri, con su desafiante proclama en Casa Rosada: “Si quieren venir, que vengan, les presentaremos batalla”.

Ya en territorio insular, no solo hubo Malvinas para el hombre que desde el Cecim impulsaría la publicación del Informe Rattenbach (en el que salieron a la luz algunas de las vejaciones cometidas por las Fuerzas Armadas), sino también monte Longdon, punto estratégico de defensa, a 14 km de Puerto Argentino. Allí permaneció 64 días, hasta la cruenta batalla ocurrida entre la noche del 11 de junio y la madrugada del día siguiente, cuando las balas le silbaron cerca y vio morir a compañeros que en luchas cuerpo a cuerpo intentaban defender la guarnición argentina. La victoria británica, los 31 muertos y los 120 heridos argentinos en ese combate, precipitaron el final de la guerra.

Regresar costó vida

En su relato, solo una fecha pudo recordar Alonso con precisión: la del 21 de junio de 1982, cuando regresó al Regimiento 7. Allí su madre y los amigos que dos meses antes lo habían saludado en su partida “al sur”, esas personas con quienes se había comunicado a través de cartas que tardaban en llegar, se agolparon frente al portón para recibirlo. 

Desde Campo de Mayo, donde fue llevado como prisionero de guerra en el buque inglés Canberra, arribó a la unidad de 19 y 51 en un micro con vidrios polarizados. Esa fue la coartada militar para cubrir la derrota, “la desaparición, el dolor, la muerte”, para enmascarar lo que luego pudo ser reconstruido gracias a los relatos de los sobrevivientes. De este modo, se complementaron los escasos datos oficiales: 649 muertos argentinos (323 durante el hundimiento del crucero General Belgrano y 326 en el archipiélago), 36 de los cuales pertenecían al Regimiento 7, “el que más bajas tuvo”, enfatizó Alonso, y otros 7, a la región del Gran La Plata, según el archivo del Cecim.

Muchos de ellos desaparecieron en el mar para siempre. En el cementerio de Darwin, a 88 kilómetros de Puerto Argentino, fueron enterrados 237. Pero 35 años después, 123 de esas tumbas todavía permanecen sin identificar. Apenas se sabe que son soldados argentinos “solo conocidos por Dios”, como reza en sus lápidas.

De los sobrevivientes, varios fueron silenciando el dolor con el suicidio. En La Plata, el 1º de marzo de 1993, se quitó la vida Jorge Mártire, excompañero de Alonso, quien reconoció que, aunque “no hay cifra oficial, sabemos que estos casos han sido más que la cantidad de bajas que hubo en territorio insular”. Hay quienes hablan de más de 350. Otros arriesgan más de 450.

Misión humanitaria

El 20 de diciembre de 2016, la Argentina y el Reino Unido suscribieron en Londres un mandato al Comité Internacional de la Cruz Roja para llevar a cabo la identificación de los 123 NN, proyecto humanitario que comenzará en junio próximo. Para apoyar esa misión, el mes pasado viajó a las islas una comitiva de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), integrada, entre otros, 

por el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, la referente de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, la vicepresidenta académica de la Universidad Nacional de La Plata, Ana Barletta, y el propio Alonso, quien desde que concluyó la guerra hasta la actualidad ha agotado esfuerzos en denunciar las torturas sufridas por los soldados.

Las familias de 84 de los 123 NN ya dieron su consentimiento para la identificación y aportaron su muestra para el cotejo de ADN. No obstante, miembros de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, “creada por 

Héctor Cisneros, integrante del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército”, según precisó Alonso, rechazaron días atrás la tarea de reconocimiento con distintos escraches y agresiones.

Interrogantes y heridas abiertas

—¿Por qué cree que existe esta oposición al reconocimiento de los 123 NN?

—Porque son gente vinculada a la Dictadura, que no reconoce que los soldados tuvieron que cargar en su mochila con algo impensado, como fue haber sido torturados por sus propios superiores. Y en este proceso van a aparecer responsabilidades, porque si uno revisa los nombres de los altos mandos, como Mario Benjamín Menéndez o Jorge “Tigre” Acosta, por ejemplo, cae en la cuenta de que a Malvinas fue todo el aparato represivo. 

—¿Cómo fue regresar a las islas esta vez? 

—Muy impresionante. Estuve en monte Longdon, en medio de condiciones climáticas adversas, pensando en los días sin comida y con armas que no funcionaban, en que los pertrechos estaban acumulados en Puerto Argentino, a solo 14 km del campamento que recibió la embestida británica.

—¿Se modifica la mirada con cada viaje?

—Cada viaje tiene su propio significado, pero en ninguno voy a cerrar nada, sino a abrir preguntas. En la actualidad, ir es asistir a la brutal militarización del territorio, ver cómo se viola un derecho humano fundamental como es la paz de los pueblos. Porque una cosa es estudiar lo que ocurrió, revisar la historia, y otra es estar en las islas, recorrer el pasado desde allí para recuperar la soberanía.

—Al recorrer esa historia, ¿ha encontrado respuestas sobre las razones de la guerra?

—Yo insisto en que los militares embargaron el futuro de los argentinos con la guerra, porque permitieron al imperialismo británico avanzar sobre el Atlántico Sur y nos alejaron de cualquier objetivo de recuperación. Hasta 1982, había una fuerte presencia del Estado argentino en las islas e, incluso, se barajó la posibilidad, durante la última presidencia de Juan Domingo Perón, de establecer las dos banderas. Lamentablemente, la dictadura fue funcional a los intereses de Gran Bretaña.

—¿Qué expectativas tiene en torno a la recuperación de la soberanía tras la asunción de Mauricio Macri? 

—La realidad es que la concepción política del Presidente Macri es la de alguien que ha manifestado su desinterés sobre el reclamo de soberanía. Sin ir más lejos, el año pasado el Gobierno argentino y el británico firmaron un acuerdo para permitir la explotación de hidrocarburos, pesca y comercio en general en el archipiélago a cambio de nada. Hasta que no consolidemos una política que influya en el costo-beneficio de la usurpación, no vamos a poder consolidar la soberanía.

 Ya lejos de las trincheras, Alonso también apuntó como asignaturas pendientes continuar en el reclamo de soberanía, la desmilitarización del Atlántico Sur y el avance en las causas por violaciones a los Derechos Humanos, “porque si se niega la Justicia, el delito de lesa humanidad se sigue perpetrando, continúa hiriendo”. También indicó que hay que contener a las “víctimas de carne y hueso” que aún sufren la posguerra, y a las familias que, por apoyar la identificación de los soldados no identificados, “son amenazadas, sin que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación haga nada para protegerlas”.

Vigilia y homenajes

Anoche, bajo el lema “Honor y gloria a nuestros héroes de la guerra y posguerra”, se realizó en la Plaza Islas Malvinas la tradicional vigilia, organizada por la Casa del Exsoldado Combatiente de Malvinas (CEMA). En ese marco, frente a sobrevivientes y familiares de víctimas, el Coro del Centro Cultural Malvinas entonó el Himno Nacional.

En tanto, hoy, desde las 11, en el espacio verde donde funcionó el Regimiento 7 entre 1916 y 1982, se reinaugurará el monumento a los excombatientes con las inscripciones “Memoria”, “Justicia” y “Soberanía”. 

Más temprano, desde las 9, en el Bosque se correrán los 8,7 K en homenaje a los “héroes de Malvinas”.

En Ensenada, el intendente Mario Secco encabezará una seguidilla de actos que culminarán a las 10 en el Museo Fuerte Barragán. A la misma hora, en Berisso, las actividades se iniciarán en la Plaza Héroes de Malvinas, ubicada en 23 y 161.

Actividades en el Hipódromo

Para conmemorar la fecha, entre las 14 y las 18, en el Hipódromo (44 y 115) se presentará la Banda del Regimiento 7, mientras que a las 18 se correrá el premio “Homenaje a los Caídos en Malvinas”. Se informó que como entrada se recibirán útiles escolares y pañales, que serán destinados a la obra del Padre Cajade

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