La señora de los limones de oro

Se llama Yolanda Barreto. En el fondo de su casa de Berazategui creció un enorme limón de casi cinco kilos, que no dudó en mostrar. “Un señor me dijo que saque la planta porque debe tener algo raro. Nunca pasó nada igual”, dijo.

Yolanda Barreto tiene más de 50 años y vive una situación particular: en el fondo de su casa, de uno de los barrios de la periferia de Berazategui, creció un enorme limón de casi cinco kilos, que tuvo que terminar cortando para evitar que la planta se viniera abajo.

La señora vive en esa ciudad desde hace más de 20 años: vino del interior, donde creció, antes de llegar a Buenos Aires. No salía de su asombro y decidió retratar lo que estaba pasando en el fondo de su casa, despertando la atención y el interés de otras personas que viven en la misma zona.

“Es muy raro. Me dijo un señor que corte directamente la planta porque tal vez puedan nacer otros limones así y no sería muy bueno para la planta y hasta podría poner en peligro a algún vecino, si es que una rama pasa para el costado”.

La situación no es normal en esta parte de Berazategui y despertó la inquietud de las personas del barrio. La fruta que sacó Barreto es considerablemente más grande que otros limones comunes que dio la misma planta que tiene en el fondo de su casa. “Sirve la cáscara para rallar limón. No tiene mucho jugo, pero lo que sí, llama mucho la atención”, comentó casi a modo risueño.

Fanática de Rodrigo

Además de ser una vecina muy querida en el barrio, Yolanda Barreto es conocida en Berazategui por ser la cuidadora del monumento que se levantó hace 21 años al cantante Rodrigo Bueno, a la vera de la autopista La Plata–Buenos Aires, después de aquel trágico 24 de junio de 2000, cuando el Potro perdió la vida en un accidente.

Todas las semanas, la señora va y viene desde su casa para mantener limpio el lugar, aunque para ir allí debe recorrer casi seis kilómetros para llegar desde su casa.

Algunos en el barrio y también en la localidad fortalecieron la leyenda urbana: dicen que a Yolanda el Potro Rodrigo la ayuda desde el cielo. Ella se encarga de mantener todo limpio y ordenado, para que en fechas puntuales como el 24 de diciembre o el 24 de junio los fanáticos, que vienen desde distintos puntos del país, le puedan rendir tributo al Potro en un lugar que está arreglado.

¿Acaso habrá influido esto en la aparición de un limón de casi 5 kilos en el fondo de su casa de Berazategui?

La vecina se sigue preguntando y hay quienes piensan que la planta tiene algo especial que roza lo místico. También creen que es especial su casa por su dedicación para cuidar la estatua del ídolo, para así mantener vigente el recuerdo de quien para muchos fue el cantante más popular del país a comienzos del nuevo milenio, cuyo último recital fue en La Plata, en el invierno del 2000, antes de perder la vida en la autopista.

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