Cultura
La última carta de amor de Richard Burton
Pocas semanas antes de morir, él le escribió una carta a Liz Taylor.
Se habían casado en 1964, luego de diez años se divorciaron. Al año siguiente, volvieron a casarse, pero esta vez el matrimonio duró apenas unos meses. Sin embargo, nunca dejaron de amarse. Pocas semanas antes de morir, él le escribió una carta. Ardida, bella, trágica. “Repta el domingo por la tarde, bebo, las campanas del pueblo doblan a muerto, y las hojas del patio corren como ratas de mi delirio, déjame escribirte que estoy triste como un perro viejo y que mi soledad es una casa enorme, vacía, inútil como esta”, le escribe Richard Burton a Liz Taylor.
Desde un cantón suizo le relata a esa divinidad de ojos de un color imposible: “Te veo a través de mis lágrimas suicidas que tanto te aman, y erguido contra mi destino me da por pensar que te has quedado, que el tiempo no ha pasado, que esto no es la carta de un borracho sino un poema desbaratado, que Berna es Roma, tú Cleopatra y yo Antonio”.