Las enfermedades neurodegenerativas pueden prevenirse actuando a tiempo

Luego de que se conociera el estado de salud del popular actor Carlín Calvo y de que la familia señalara que “ya no reconoce a nadie”, muchas personas comenzaron a ver con preocupación que ese tipo de dramas llegaran a sus seres queridos.

Diario Hoy dialogó con Ignacio Flores, médico neurólogo de la Fundación Favaloro y el Hospital Español de La Plata, especialista en las neurociencias cognitivas, para destacar las características y modos de abordar las enfermedades neurodegenerativas.
“En estos casos nos encontramos con un deterioro del paciente a raíz de muerte ­neuronal. Las enfermedades degenerativas son irreversibles, y dentro de ellas están las que afectan los movimientos y otras que se manifiestan por alteraciones de las funciones intelectuales superiores, como es la demencia”, explicó.

En ese sentido, dentro de la demencia pueden estar las reversibles, que se pueden dar por diversas alteraciones, y a través de tratamientos los pacientes pueden volver al estado anterior. Otras no son reversibles, como es el caso del Alzheimer, que es la demencia más frecuente, pero no la única.

“Hay factores de riesgo no modificables, como el sexo y la edad, pero muchos otros que sí. Para prevenirlas, lo importante es tener una vida intelectual activa, mantener la vida social y la actividad física en general, eso es clave”, especificó el doctor Flores.
Además, una vez que la enfermedad ya está presente, también se pueden tomar medidas para hacer que su avance sea más lento y poder llevar una mejor calidad de vida.

“Para tratar las demencias hay tratamientos con medicamentos, y también hay ­tratamientos en los que se busca estimular cognitivamente las células neuronales sanas, como los que se hacen en los centros de día o especializados, y eso es fundamental para ralentizar la enfermedad”, detalló el ­profesional.

Involucra a toda la familia

El neurólogo resaltó que este tipo de enfermedades son “estigmatizantes”, y además ocurre que en varios casos el paciente no se da cuenta de que está atravesando algún tipo de demencia, lo cual puede repercutir en el resto de la familia.

“Cuando se convive con alguien con demencia, es muy común que esa persona presente estrés e incluso fallas cognitivas por sobrecarga; por eso, en muchos espacios de terapia cognitiva tratan al paciente, pero también se incluye al familiar”, remarcó Flores.

En este tipo de espacios brindan charlas para el grupo familiar en las que se ofrece contención y estrategias para abordar las diferentes situaciones que puedan surgir a partir de la enfermedad neurológica del paciente afectado.