Los barrios, sumidos en la oscuridad y la desesperación

A los vecinos no solo les falta la luz, sino también las respuestas de Edelap. Asaltados por la indignación, ayer, pasadas las 18, los vecinos del barrio El Mercadito decidieron cortar ambas manos de circulación de la Autopista La Plata-Buenos Aires en reclamo de la regularización del suministro eléctrico.

En tanto, en Lisandro Olmos, hace ya una semana que la luz va y viene, con cortes que se prolongan 24 horas y con picos de tensión que generaron numerosas pérdidas a las familias del barrio.

Una vecina de 43 y 184 contó a diario Hoy que, durante esta semana, “una sobretensión nos quemó la mitad de las cosas. Estamos sin aire acondicionado y, además, se nos quemaron dos televisores”.

La ola polar que azota la región solo puede dar tregua dentro de las casas, pero los vecinos de Olmos ni siquiera tienen eso: “Estamos afónicos por el frío, no se puede estar”, reveló la vecina, y continuó: “Ahora prendimos la salamandra, pero cuando se nos termine la leña no sé qué vamos a hacer. Nos estamos enfermando”.

“Nos cansamos de llamar a Edelap, pero nos atiende una máquina. No hay respuesta, pero la luz la cobran igual”, denunció.

Otro vecino de 184 y 40 contó a Hoy que la deplorable situación eléctrica es aun peor cuando hay de por medio problemas de salud: “En mayo tuve un síncope y mi marido es diabético y está operado del corazón. No podemos estar sin luz, sin la heladera”. Por otra parte, reconoció que es usual llamar a electricistas de la zona para resolver problemas que debería solucionar la empresa prestadora de energía.

“Yo pago la luz. Si no la pagara, me banco lo que sea. Pero la pago, entonces corresponde que Edelap se haga cargo del funcionamiento y de las cosas que se dañan”, indicó.

En otra zona distante de la ciudad, en Villa Elvira, la situación energética también es crítica. Días atrás, el recambio de transformadores en 611 y 122, en Villa Alba, trajo esperanza para el barrio, pero pronto la realidad volvió a golpear.

En horas de la tarde de ayer, vecinos indignados de la zona cortaron las calles 96 y 116 y encendieron cubiertas en reclamo de la restitución del servicio eléctrico. Desde los primeros días de la semana el suministro eléctrico sufre cortes periódicos, o bien, cuando hay, ronda los 200 voltios, una permanente baja tensión.